Cómo enamorar a un idiota [Saga Idiota #2]

Capítulo 16 - Harry

- ¿Cómo te sientes?- me pregunta ella.

- Como alguien que no quiere hablar de lo que siente.- le respondo yo.

Y no miento. No quiero, no puedo, no debo. Solo tengo permitido una cosa: olvidar.

Sally siempre dice lo mismo: olvídalo, asúmelo, sigue adelante. Y eso es lo que hago. Continuar hacia adelante, aunque se termine el camino bajo mis pies. Lisa intenta consolarme, pero yo la aparto con un movimiento brusco y salgo corriendo. No sé si hacia adelante, pero sí lejos de allí.

Confío en ti- le ha dicho él. A pesar de todo lo que ha hecho Sam: a pesar de todas las veces que les mintió, a pesar de actuar a espaldas de todos, a pesar de todo...él es mejor que yo.

Mejor para ella.

Sigo corriendo, perdido entre pensamientos inconexos. ¿Cómo ha podido suceder? Yo nunca había sido el villano de la película. Y, aunque yo también me equivoqué, no me sentía realmente como si lo fuera. Pero hoy...hoy...

- ¡Harry!- una voz tras de mí grita mi nombre, y yo me paro en seco. No sé cuánto tiempo llevo corriendo, pero aún así me sorprende que me haya alcanzado tan rápido. Una vez más me pregunto porqué carajo dejó el equipo si era una de las mejores.

Sí. Era, es la mejor.

Melanie viene hasta mí, jadeando por el esfuerzo. Yo la observo en silencio, sin saber muy bien cómo tomarme esto. Una vez estamos los dos el uno frente al otro, ninguno de los dos se atreve a decir nada. Tan solo hace unas semanas que hablamos por última vez: ella me pidió que fuéramos amigos, yo fui incapaz de aceptarlo. Quisiera haberle dicho tantas cosas...pero ahora solo se me ocurre una.

- ¿Por qué has venido?- no pretendo sonar agresivo, pero la pregunta sale disparada de entre mis labios sin que pueda detenerla. Melanie, por el contrario, se limita a encogerse de hombros y observarme con solemnidad.

- Puede que no te haya elegido a ti, pero todavía me importas.

Asiento en silencio sin saber muy bien qué decir, y ambos empezamos a caminar en silencio hacia un viejo banco de madera. Al principio no me atrevo a abrir la boca: sé que debo decir algo, pero de alguna manera siento que antes tengo que aclarar todo esto que me recorre por dentro.

- ¿Por qué te has marchado?- empieza ella. Echo la vista atrás, intentado hilar las ideas que forman un torbellino en mi mente. ¿Por qué me he marchado? Por todo, por nada. Por ella, por mí. Porque Ben odia que Mel esté con Sam, pero por encima de todo me odia a mí. Porque la necesito, pero soy incapaz de estar con ella. Porque...

- No puedes dejar que te trate así.- le resumo, omitiendo la parte en que me doy cuenta en que si no estoy cerca de ella, siento que no encajo en ningún sitio. De alguna manera siento que todos formamos un extraño puzzle, un puzzle en el que nunca me había molestado no encajar...hasta ahora.

- Lo sé.- se lamenta.- Odio esta situación más que nadie. Pero ya sabes cómo es...lo está intentando, y quiero pensar que lo conseguirá.

- Yo no tengo hermanos.- empiezo yo.- Pero tengo a Sally. Y quiero cuidar de ella...pero sé dónde están mis límites, ¿sabes?

- No me imagino a Sally siendo la hermana de Ben.- Melanie se ríe al pensar en es disparatada idea.

- Porque Sally no sería Sally si hubiera crecido con alguien así a su lado.

De nuevo, no quería sonar tan duro. Miro a Melanie con una disculpa en la mirada, pero ella tiene los ojos fijos en el frente.

- Gracias por la parte que me toca...