Capítulo 8 - Harry

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Cuando cierro la puerta de la vieja sala de música, todo el barullo desaparece y queda solo el zumbido de las lámparas de neón. Suspiro, aliviado, y me dejo caer sobre mi vieja butaca de siempre. La primera vez que entré aquí fue para sorprender a Melanie con la canción que le compuso Sam. Si echo la vista atrás, parece que fue en otra vida...

Cojo la guitarra, intentando sin éxito dejar de pensar en ella. No sé por qué he invitado a Lisa a venir conmigo...realmente necesito estar solo. Miro atrás y, al ver que no aparece, empiezo a tocar unos cuantos acordes al azar. Ojalá pudiera plasmar lo que siento, escribir sobre ello. Siempre me ha gustado ir con la verdad por delante, pero de alguna manera siento que ya no sé cuál es esa verdad. Lo único que sé es que he perdido a Melanie, y no es algo en lo que me guste pensar. Intento enlazar un par de frases, pero al ver que no lo consigo dejo la guitarra a un lado y golpeo el mueble con frustración.

- Caramba.- dice una voz tras de mí. Estaba tan centrado en mis cosas que no me he dado cuenta de que Lisa ha entrado en la sala.- Creo que hice mal en venir aquí.

- No, no.- me llevo las manos al cabello y me lo echo hacia atrás, intentando relajarme.- Perdona.

- ¿De verdad quieres que esté aquí?- Lisa se acerca poco a poco, repentinamente insegura. Yo asiento y le señalo con la mano la butaca mientras acerco una silla que hay abandonada en un rincón. Sé por qué lo dice.

- Te pusiste hecha una fiera en la excursión. No he olvidado eso.

- Entonces me marcho. No voy a pedirte perdón por algo de lo que no me arrepiento.

Lisa abre la puerta para marcharse, pero yo la agarro por el brazo y se lo impido. Los dos nos miramos sin saber muy bien qué decir. Hasta ahora, lo único que nos ha unido es Melanie. Ni siquiera se lleva del todo bien con Sally.

- Pero- continúo.- entiendo por qué lo hiciste.

- ¿No puedo marcharme?

- Sí, claro que sí. Solo que no tienes por qué hacerlo.

Suelto la muñeca de Lisa y me siento de nuevo en la silla. Parece dudar, pero al final acaba por cerrar la puerta de nuevo y sentarse en la butaca.

- Antes eras más simpático.

- Volveré a serlo, solo necesito tiempo.- Lisa me mira sin comprender, y yo me encojo de hombros.- Vamos, precisamente tú deberías entenderme.

Me quedo mirándola, expectante. Parece que va a decir algo, pero se muerde la lengua y centra su mirada en la guitarra que aún sostengo. Ahí está la Lisa sumisa de la que hablo. Pero entiendo que no quiera hablar de ello: después de todo, no somos nada. Ni siquiera somos amigos.

- ¿Me la dejas?- pregunta Lisa de pronto. Yo miro la guitarra y asiento sorprendido.

- No sabía que tocaras.

- Y no lo hago.- le paso la guitarra y ella empieza a tocar un par de acordes con relativo éxito.- Melanie me enseñó algunas notas hace mil años.

- Realmente se siente como si hubiera pasado mucho tiempo.- respondo yo, enigmático.

- Sí...

Durante lo que queda de hora, nos limitamos a pasar el rato. Lisa toca unos cuantos acordes al azar, y yo le corrijo los errores. De vez en cuando acompaño sus melodías con frases tontas que no la hacen sonreír, pero que al menos parecen animarla un poco. La campana suena mucho antes de lo que me hubiera esperado. Lisa me devuelve la guitarra y se levanta de la vieja butaca.

- Es hora de ir a clase.- dice Lisa de pronto.- ¿Vienes?

- Ve tirando.- le digo con una leve sonrisa.- Tengo algo que hacer.

- De acuerdo.- como siempre, Lisa no pregunta lo que no puedo responderle.- Recuerda que hoy es el último examen. No te lo pierdas.

Lisa abandona la habitación sin esperar respuesta y me quedo solo en la habitación, sintiendo como el peso de este repentino silencio cae sobre mí como una losa. Recojo mis cosas en silencio, intentando disfrutar de estos últimos instantes. Después me dirijo hacia la biblioteca e intento estudiar para el examen. Cuando por fin consigo concentrarme, un mensaje de mi prima capta mi atención.

Sally: Que estemos al final de curso no significa que puedas saltarte las clases.

Harry: No me encontraba bien.

Sally: Sé que no es tu mejor momento, pero escaparte no te va a ayudar.

Harry: Iré al examen,¿vale?

Sally: Sé que lo harás.

Sonrío, muy a mi pesar. Sally y yo siempre nos hemos entendido bien. A simple vista parece que me está echando la bronca por ir a clase, pero sé que esa es su forma de preocuparse por mí y comprobar que sigo vivo. Si todos tuviéramos las cosas tan claras como ella podríamos ser todo lo que quisiéramos.

Repaso el temario una vez más, dispuesto a memorizar las últimas fórmulas. Después de este examen habremos terminado con la parte teórica, y solo nos quedarán las pruebas físicas. Después, el acto de fin de curso y después...no quiero pensar en qué pasará después.

Me he pasado el último trimestre detrás de Melanie, y he descuidado antiguas amistades. Tal vez sea un buen momento para intentar retomarlas y volver a ser el chico de siempre: seguro de mí mismo, directo, con las ideas claras. Como la gruñona pelirroja. 


PD: ¡Holaaaa! ¿Cómo va todo? Yo sigo agobiada por un trabajo, así que lo siento si estoy un poco ausente. Con un poco de suerte lo habré terminado para mañana por la noche. Como podéis ver, en esta segunda parte todos son protagonistas. ¡El próximo día toca Sally! Espero que este nuevo formato os guste...así podré cerrar todas las tramas y no solo la de Selanie. ¡Un saludo!

Cómo enamorar a un idiota [Saga Idiota #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora