Cuando Melanie se va siento que se lleva con ella todo el oxígeno. Lo que me ha dicho me ha dolido, pero sé que me lo merezco. Nos contentamos con querernos aunque sabíamos que el amor no sería suficiente cuando se terminara el tiempo. No llevamos juntos tanto como para poder asegurar que nuestra relación pueda funcionar pese a la distancia, aunque nos empeñemos en pensar lo contrario. Y marcharme un mes antes no ayuda.
Pero es cierto, estoy aterrorizado. Por llevar la contraria a mi padre, porque tenga razón. ¿Es el fútbol realmente mi único camino? Me da miedo arriesgarlo todo a una sola carta y perder en la primera partida. Si fracaso, nunca me lo perdonaré. Pero si hago caso a mi padre me perderé a mí mismo. En el instituto nos preparan para los exámenes finales, pero no para lo que viene después. Entramos en la universidad sin saber muy bien dónde nos estamos metiendo, y nadie nos dice que también tenemos derecho a equivocarnos y volver a empezar. Y yo, que sigo en la casilla de salida, sé que está a punto de sonar el pistoletazo de salida pero no sé hacia dónde tengo que echar a correr.
Llevo dándole vueltas al tema desde que Melanie y yo empezamos a salir. Hasta entonces, el campamento era un mero trámite para tener a mi padre contento. Después podría irme con mis amigos y seguir con mi vida, estudiar lo que quisiera y volver como un hombre libre. Pero Melanie me hizo darme cuenta de que la libertad es otra cosa.
Desbloqueo el teléfono, decidido a llamarla, pero en el último momento cambio de idea. Los dos necesitamos aclarar nuestras ideas. Quiero tener fe en que podremos arreglar nuestras diferencias, pero no podremos hacerlo si precipitamos las cosas. Justo cuando voy a guardar el teléfono, recibo un mensaje de texto.
Evan: AYUDA. Ben nos ha liado a Matt y a mí para ir a la playa. Sé que estás con Mel, pero no puedo con esto yo solo. ¿Podríais venir?
Me quedo mirando la pequeña pantalla del móvil, pensativo. Lo último que me apetece ahora es ir a la playa, pero Evan me ha ayudado tanto...y no me irá mal poner un poco de distancia.
Sam: Está bien...pero iré solo. No hagas preguntas, por favor. Hablaremos después.
Sam: Venidme a buscar a casa en media hora y compartimos coche.
Evan: Puedes dejar el tuyo en el garaje de Ben, que hoy sus padres no están.
Sam: Ya, lo sé, pero preferiría no hacerlo.
Evan: Vale...iré a buscarte yo. Te llamo cuando esté abajo.
De camino a casa me asaltan los recuerdos de nuestras primeras veces. Cuando Melanie vino a casa a cantarme su versión de la canción, nuestro beso en el porche...Su pelo negro sobre la arena y la promesa de que lo nuestro iba a funcionar. En ese momento no pensé, o no quise, en lo rápido que podía pasar el tiempo cuando eres exultantemente feliz. Pero, ¿de qué hubiera servido entonces? ¿Acaso hubiera podido quererla menos? ¿O tal vez debería haberme enfrentado a mi padre aquella misma noche? ¿Hubiera sido algo más valiente de lo que me siento ahora?
Evan llega antes de tiempo, y en cuanto veo que viene solo me doy cuenta de que no va a dejar las cosas así.
-¿Y los demás? -Le pregunto para ganar tiempo.
-Han ido a la tienda a comprar cosas para picar, los recogeremos más tarde.
-Vale.
-¿Quieres hablar?
-Sí, pero no ahora. A la vuelta me dejo invitar a tu casa.
A pesar de todo, Evan sonríe.
-Qué asco da la confianza.
Yo también sonrío, aunque no tengo muchas ganas.
-No sabes cuánto.
________________________________________
¡Dos días seguidos publicando! No me lo creo ni yo. Pero ya estoy escribiendo el siguiente capítulo, que será un POV Harry.
¡Quedan 15 capítulos para terminar esta historia!
Un abrazo, ¡y hasta pronto!

ESTÁS LEYENDO
Cómo enamorar a un idiota [Saga Idiota #2]
Ficção AdolescenteAl fin ha terminado el curso, y Melanie ya no tiene que mantener su relación en secreto. Ben ha prometido quedarse al margen, pero le está costando más de lo esperado hacerse a la idea de que su hermana está saliendo con alguien. *** Mientras Melan...