Capítulo 48 - Melanie

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Cada día se aprende algo nuevo, aunque no siempre nos damos cuenta. Hoy he aprendido una lección valiosa.

- Ya hemos llegado.- Evan para el motor del coche delante de la puerta de mi casa y suelta un largo suspiro.- Siento que hayas tenido que pasar por esto, Melanie. De algún modo u otro siempre estás superando algo.

- No te preocupes, estoy bien.- Le contesto, intentando tranquilizarle.- Eres un santo, ¿sabes? No tendrías por qué haber venido. Seguro que tú también tienes tus problemas.

- Eso no te lo voy a negar.- Evan suelta una carcajada, nervioso.- Algún día tenemos que quedar tú y yo lejos de todos estos locos para ponernos al día.

- Claro.- respondo, sin tener que pensarlo dos veces.- Estos meses has sido una pieza clave en mi vida. Lo sabes, ¿verdad?

Evan se pone colorado y desvía la mirada, un poco azorado. Yo sonrío y le doy un beso en la mejilla.

- Ojalá nos hubiéramos hecho amigos antes. Ahora que os vais a la universidad os voy a echar mucho de menos a todos.

- Antes te tenía miedo, ¿recuerdas?- Evan me mira con una sonrisa socarrona, y yo pongo los brazos en jarras y finjo enfadarme.- Quién sabe, hace un año no éramos los mismos que somos ahora.

- Tienes razón...- Evan mira el reloj con gesto con nerviosismo.- Bueno, yo me voy dentro...

Voy a abrir la puerta del coche cuando Evan me detiene agarrándome por la muñeca. Yo le observo, desconcertada. Y entonces lo veo: tiene miedo.

- ¿Qué te ocurre?- le pregunto con preocupación.

Durante casi un minuto, Evan me mira sin atreverse a hablar. Finalmente, sacude la cabeza y sonríe.

- Reitero lo dicho.- dice al fin.- Tenemos que quedar para ponernos al día.

Yo asiento con una sonrisa y acto seguido me bajo del coche. Me quedo un rato allí fuera, mucho después de que Evan se haya marchado, intentando procesar todo lo que ha ocurrido desde que publiqué aquél estúpido anuncio. Por enésima vez me pregunto qué hubiera pasado si no lo hubiera hecho. ¿Sam se habría acercado a mí de alguna otra manera, o se hubiera mantenido al margen? ¿Me hubiera acercado siquiera a Sam y a Evan, me importaría que se marcharan? Incluso mi relación con Ben sería diferente. Pero más allá de eso, pienso en lo que he aprendido hoy: no soy la protagonista de esta historia. O al menos, no la única protagonista. Siempre pienso en mí y en cómo me hubieran ido las cosas si hubiera pasado tal o cual cosa...pero hoy, por un momento, eso ha dejado de importarme. Cuando he descubierto a Lisa y a Ben no era yo misma, cuando he salido corriendo no era yo misma. Hoy era Lisa persiguiéndome a la carrera, era Lisa reconociendo a gritos que no está enamorada. Esta noche he aprendido que tengo que escuchar más a aquellos que me rodean, leer sus propias historias. Porque más allá de mi propio mundo, hay otros mundos que giran sobre sí mismos, que protagonizan sus propias historias. Y, si lo pienso bien, ¿quién soy yo para impedírselo?

Pero lo que le he dicho a Lisa no es mentira. Realmente no me molesta que esté con mi hermano, ni que deje de estarlo. Me molesta que me mienta, ya he tenido suficientes mentiras para toda una vida.

Sacudo la cabeza, intentando huir de mis demonios. Es tarde y estoy cansada, no quiero enfrentarme a esto sola...cojo mi móvil y marco el número de Sam, que por suerte contesta en seguida a mi llamada. Cuando escucho su voz me doy cuenta de que debería estar enfadada por haber encubierto a mi hermano esta noche, pero hoy no puedo enfadarme con él. Solo quiero hablarle, escuchar su voz y hacer que todo sea un poco más sencillo.

- Hola, torbellino. ¿A qué se debe esta llamada?

- No me extraña que Ben nos pillara tan rápido, eres muy mal espía.- le reprocho, recordando cómo ha dejado a Ben en casa sin decirme nada.- Pero él es todavía peor, y lo he pillado con las manos en la masa, o mejor dicho con las manos en Lisa.

Cómo enamorar a un idiota [Saga Idiota #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora