Capítulo 3 - Evan

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Evan: ¿Cómo has podido hacerlo?

Desconocido: Te dije que esto no había terminado.

¡No me lo puedo creer! Lleno de rabia, estampo el teléfono contra el suelo y me echo las manos a la cabeza. No me puedo creer que me esté pasando esto, no ahora.

- ¿Estás bien?- me pregunta una voz a mi espalda. Yo asiento en silencio, sin atreverme a mirarle a la cara. Por toda respuesta, Matt agarra mi teléfono móvil, se sienta a mi lado y me lo entrega en silencio.

- Gracias.- le respondo abatido, después de comprobar que la pantalla del móvil se me ha rajado por la mitad.- Supongo que ha llegado la hora de renovarlo...

- Sí...- Matt me observa en silencio, analizándome con preocupación.- ¿Quién es "desconocido"? ¿Otro admirador secreto?

Al principio me planteo no contestarle, pero de algún modo siento que se lo debo. Clavo la mirada en la pantalla de mi móvil, observando con odio la captura de pantalla con la conversación que ha tenido ese cabrón con Ben. ¡Solo de pensarlo...!

- Es Josh.- digo al fin.- No para de molestarme desde el baile de primavera.

- ¿Vosotros dos...?- empieza preguntando Matty.

- ¡No!- le interrumpo.- Bueno, sí. Pero solo fue un beso.

- Entiendo.- responde él, con la mirada fija en el frente. Sé lo que está pensando, y no puedo culparle. "Él sí".- ¿Fue él el que tomó la iniciativa?

- Sí...

- Y ahora quiere algo más.

- Sí.- respondo sin mirarle a los ojos.

- Y como tú le has rechazado, se ha puesto en plan chungo.- resume él.

- Me ha amenazado con contárselo a Ben.

- ¿Crees que Ben se enfadaría contigo por algo así?

- Tú tampoco se lo has contado...- me defiendo.

- Tampoco me lo ha preguntado.- responde él, sereno.- ¿Quieres que lo llame y se lo diga?

- ¡No!- exclamo de nuevo.- Mira, no sé si me rechazaría o no por ser lo que soy, pero tengo mis motivos para pensar que si Josh le cuenta a Ben todo lo que sabe sobre mí, estaré metido en un problema muy grande.

Nos quedamos unos instantes en silencio, cada uno inmerso en sus propios pensamientos. No tengo derecho a pedirle ayuda, así que no lo hago. Hubo un tiempo en que Matty y yo éramos muy amigos, y acabó por descubrir mi secreto. Pero aún así, yo le mentí. Lo hice porque tenía miedo, pero acabó perjudicando su relación con Sam. Y encima fue él el que acabó pidiéndome disculpas...soy de lo peor.

- ¿En qué piensas?- le pregunto a Matty de repente, incómodo entre tanto silencio.

- Cuando nos hicimos amigos- dice, mirándome a los ojos por primera vez.- yo tampoco tenía claro lo que sentía. Aquel día... Podríamos decir que me descubrí a mí mismo gracias a ti.

- Matt, yo...- empiezo a decir, pero él continúa.

- No importa. Sabía que eras gay, por mucho que mintieras. Cuando te pedía perdón, no era por lo que pasó entre nosotros. Era por no haber sabido gestinarlo, por creerte el villano de la película solo porque no quisiste corresponderme.

- Matt.- repito, desconcertado.

- Josh está haciendo lo mismo.- concluye al fin.- Independientemente de que tú quieras mantener tu sexualidad oculta o no, él no puede hacer lo que está haciendo. Y tú no tienes que seguirle el juego. Bloquéale, que no vea que puede contigo. Porque no puede, ¿entiendes?

- Sí que puede.- repito con tristeza.- Puede hablar con Ben y destruir mi amistad con él.

Destuirla todavía más. Pienso.

- No lo hará.- responde Matt, con tono decidido.- ¿Cuándo va a decírselo?

Yo le enseño la captura de pantalla, avergonzado. Podría negarme, pero de nuevo siento que le debo a Matty más de una disculpa.

- Bloquéalo.- me repite, antes de ponerse en pie.- Yo me encargo del resto. Te lo debo.

- No.- le digo, poniéndome en pie yo también.- No me debes nada. Yo te debo a ti una disculpa. He dejado que me pidieras perdón una y otra vez, cuando no eras culpable de nada. He dejado que Sam pensara que me besaste en contra de mi voluntad, pero yo...

No digo nada más, pero Matty asiente en silencio.

- Olvídalo, Evan. Ha pasado mucho tiempo.- responde con suavidad.- Yo sabía que tú no querías hacerlo público, pero aún así quise arriesgarme. Y perdí, ¿de acuerdo? Lo tengo asumido.

- Lo siento.- repito por última vez.- Espero que podamos ser amigos.

- Nunca hemos dejado de serlo.- responde con una sonrisa triste.- Lisa conoce a un chico que arregla pantallas de teléfono, por si te interesa.

- Te lo agradezco.- le digo, mientras busco las llaves de mi coche en los bolsillos de mi pantalón.- Pero prefiero ir directamente a la compañía de teléfonos.

- Hasta luego, entonces.- contesta Matty.- Nos vemos más tarde. Bloquéalo, ¿eh?

- Gracias.- le contesto por toda respuesta.

Matt se despide con un gesto de la mano y desaparece por donde ha venido, y yo me pregunto por milésima vez si he tomado una buena decisión al hablarle de Josh. Sacudo la cabeza, intentando dejar de darle vueltas. Ya no hay nada que pueda hacer.

Miro la pantalla de mi teléfono, que está rasgada por la mitad, e intento bloquear su número. Hasta ahora ni siquiera había guardado el contacto porque tenía miedo de que alguien lo viera en mi teléfono, pero tengo que agregarlo para poder bloquearlo. Sin embargo, cuando voy a hacerlo me doy cuenta de que mi teléfono ha muerto del todo, ya que no me deja ni siquiera quitar la imagen que me ha enviado Josh de su conversación con Ben. Contrariado, saco la tarjeta SIM del teléfono y me dirijo a la tienda, suplicando al dios de la tecnología para que me basten los puntos para poder renovar el teléfono.

Mientras conduzco hacia la tienda, no puedo evitar recordar los momentos que pasé con Matty. Mi amistad con Ben hizo que le viera más a menudo, pero no nos hicimos amigos hasta el verano de su graduación. Ese verano conseguí trabajo en una tienda de comestibles cerca de su barrio, y lo veía a menudo cuando iba a hacer recados para su madre. Hasta entonces no había querido comerme mucho la cabeza con lo que sentía, puesto que sentía que las cosas eran mucho más sencillas si no pensaba en ellas. Pero entonces le conocí a él...

- Cielo, ¿estás bien?- me pregunta la dependienta de la tienda con expresión preocupada.- Estás pálido...

- Sí, gracias.- respondo un tanto incómodo.- Solo estoy un poco cansado. ¿Qué me recomiendas?

- Mira, si contratas esta tarifa de datos, puedo conseguirte este móvil por solo cuarenta euros.- Me responde, señalando un smartphone que parece una tablet.

- Me gustaría conservar mi plan de datos habitual.- le respondo con toda la corrección de la que soy capaz.- No tiene un móvil más...¿pequeño?

Nos pasamos discutiendo un cuarto de hora más, hasta que al fin la mujer me propone enviar el teléfono al fabricante para que me lo reparen ellos. Me avisa de que me borrarán todos los datos del teléfono por temas de protección intelectual, y me hace entrega de un teléfono provisional que solo cumple las funciones mínimas. Vamos, que solo puedo llamar y recibir SMS.

- Lo siento, cielo, pero tendrás que prescindir de las redes sociales un tiempo. ¡Justo ahora que viene el verano...!

- No te preocupes.- le respondo, todavía en las nubes.- Creo que me vendrá bien estar desconectado una temporada.

Será como volver a empezar. 

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Sí, lo sé. Estoy tardando la vida. ¡Perdón! Tengo problemas con Internet, por no hablar de que aún no me adapto a esto de ir a clases otra vez.

¿Qué os ha parecido el capítulo? ¡Espero vuestros comentarios!

Un saludo :D y gracias por estas 1000 visitas!

Cómo enamorar a un idiota [Saga Idiota #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora