- Evan, cariño.- mi madre, siguiendo lo que se está convirtiendo en una costumbre, entra en mi dormitorio sin llamar a la puerta.- Tus amigos han venido a verte.
- ¿A verme?- le pregunto, sin nisiquiera preguntar a qué amigos se refiere.
- Sí, cielo. Están abajo.
- Vale.- intento que mi madre no se dé cuenta, pero hay algo en esta visita inesperada que me da mala espina.- Diles que suban.
- De acuerdo.- responde mi madre sin rechistar.- Pero no os entretengáis mucho, ¿de acuerdo? Pronto será hora de cenar y esta noche no pueden quedarse.
- Lo sé.- le contesto, intentando mantener la compostura.- Te veo luego.
Parece que va a añadir algo más, pero cambia de idea y baja a pedirle a mis amigos que suban a mi cuarto. Seguramente debe estar haciéndose la misma pregunta que yo. ¿Estaremos de nuevo en estado de alarma? En seguida conozco la respuesta:
- Evan, estamos en estado de alarma.- dice Sam mientras entra en mi habitación y se sienta en mi cama. Tras él viene Ben, que tiene el rostro desencajado y la mirada gacha.
- ¿De verdad hacía falta venir a hablar aquí?- rechista Ben.
- Claro que sí.- se queja Sam. Acto seguido, me mira alarmado y yo entro en pánico. ¿Se habrá enterado Ben de nuestro pequeño secreto?
- Iré al grano.- dice Sam de pronto.- Ben está viéndose con Lisa a escondidas.
- ¿Que está haciendo qué?- pregunto, alzando la voz más de lo pretendido. Conociendo las posibles consecuencias, casi preferiría que Ben me hubiera descubierto.
Durante unos minutos, Sam me explica lo que ha pasado en casa de Ben. Parece ser que estaba con Melanie cuando los vio besándose en la parte trasera de la casa. Estaba oscuro, pero lo vio claramente: se estaban besando y se notaba que no era la primera vez.
- ¿Y tú qué estabas haciendo con mi hermana? - se queja Ben.- Una cosa es que me haya resignado a que estéis juntos y otra muy distinta que os metáis mano en la oscuridad.
- ¡Tío! - Nos quejamos Ben y yo al unísono por su comentario fuera de lugar.
- Además.- sigue Sam, muy serio.- No creo que estés en condiciones de quejarte. ¿Es que no has aprendido nada de lo que pasó cuando Lisa y Sebastian empezaron a verse a escondidas? No querrás hacerle eso a tu hermana otra vez.
- Y tío, que a ti te gusta Sally.- añado yo, a bocajarro. Ben, que hasta ahora mantenía una expresión seria, se vuelve hacia mí con pánico en los ojos.
- ¿Pero qué dices, Evan? ¿Te has vuelto loco?
El que parece que va a volverse loco es Sam, que nos mira a los dos con desconcierto. Es verdad que su visita ha sido un poco precipitada, pero me alegro de que hayan venido. Ben necesitan que sean claros con él, y a Sam le falta información. Realmente estamos en estado de alarma.
- No me gusta Sally.- insiste Ben, con el ceño fruncido.- Lisa sí, por eso estoy con ella. Y sé que tendría que hablar con Melanie, y que cuanto más tarde en contárselo peor va a sentarle, pero tengo las manos atadas.
Durante un largo y pesado minuto ninguno de los tres dice nada. Los tres sabemos que Ben está mintiendo, pero ni Sam ni yo sabemos cuál es el siguiente paso. Yo miro mi reloj, nervioso. El tiempo corre y en cualquier momento mi madre subirá para pedir a mis compañeros que se marchen.
- Mira, Ben.- empieza Sam armándose de valor.- Tú y yo hemos tenido muchos problemas este año. No solo no fui sincero contigo desde el principio, sino que actué a tus espaldas y a las de tu hermana. Yo no quería que eso ocurriera, pero Melanie también lo pasó mal. ¿Quieres que vuelva a pasar por lo mismo? Aprende de mis errores, Ben. La mejor solución nunca es esconderse.
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Cómo enamorar a un idiota [Saga Idiota #2]
JugendliteraturAl fin ha terminado el curso, y Melanie ya no tiene que mantener su relación en secreto. Ben ha prometido quedarse al margen, pero le está costando más de lo esperado hacerse a la idea de que su hermana está saliendo con alguien. *** Mientras Melan...