-Esto no ha sido buena idea -dice Melanie mientras gira el volante con manos temblorosas-. Mejor lo intento el año que viene.
-No seas tonta, ¡lo haces genial! -A pesar de la seguridad que transmite su voz, Sam no puede evitar agarrarse al asiento del copiloto con ambas manos-. Ya verás como el día del examen lo vas a bordar.
Melanie suelta un profundo suspiro y aparca el coche como puede. La casa de Harry está a pocas manzanas de la suya, y siente que podrían haber ido andando y haberse ahorrado este mal trago. Aunque en el fondo está orgullosa de lo mucho que ha avanzado en las últimas semanas. La primera vez que se subió al coche y encendió el motor estaba convencida de que todo iba a saltar por los aires.
-Ha ido bien...¿no?
Aunque Melanie no está siendo específica, Sam entiende en seguida a qué se refiere. Por eso toma una de sus manos y la besa con ternura. Ella reprime un escalofrío y eso a él le encanta.
-Ha sido todo lo incómodo que tenía que ser, pero ha ido genial. Me declaro fan oficial de la tarta de manzana de tu madre.
-Menos mal...-responde ella, visiblemente más relajada-. Me he pasado la mitad de la comida temiendo que sacaran el tema del día de la graduación. ¿Nos queda algún pariente que no nos haya pillado besándonos?
Sam suelta una risita por lo bajo y vuelve a tomar la mano de su novia. Ella echa la cabeza para atrás y le observa con ternura. El verano se está acabando demasiado deprisa.
-Ojalá no tuviera que irme- dice él de pronto, como si le hubiera leído la mente-. Me encantaría estar aquí por tu cumpleaños. Cuando te saques el carnet, cuando hagas el último examen de matemáticas...
Durante unos segundos, ninguno de los dos dice nada. Saben lo que hay, pero han decidido tomárselo con calma. Ella se inclina sobre él y le sonríe con ternura.
-¿Sabes cuál será el primer sitio al que iré en cuanto tenga el carnet, verdad?
-No tengo ni idea -Le responde él, siguiéndole el juego y acercándose todavía más-. ¿Cuál es?
Unos golpecitos en la ventanilla los devuelven a la realidad.
-¿Vais a estar mucho rato más mirándoos el uno al otro como dos bobos? -La voz de Harry llega amortiguada a través del cristal-. Estaría bien que entrarais antes de que se hiciera de noche.
Melanie no puede evitar reírse cuando Sam pone los ojos en blanco de forma dramática. Aunque los dos están intentando llevarse mejor, está claro que cada uno tiene un concepto distinto de cómo hacerlo. La pareja sale del coche y Harry los invita a seguirle. Sus amigas los están esperando en el interior de la casa, en el salón. Lisa está subida en una escalera raquítica con unas guirnaldas en la mano mientras Sally le da indicaciones.
-¡Más a la derecha! Un poco menos...ahí.
-Nunca imaginé que fueras una chica de guirnaldas y confeti -dice Lisa en tono divertido.
-Y yo nunca imaginé que si te veía en lo alto de una escalera sería yo la que la sostuviera.
Lisa baja de la escalera y le hace una mueca a Sally, que le responde sacándole la lengua. Harry se olvida por un momento de la pareja y va corriendo hacia ellas con la intención de sembrar la paz. Lisa le agradece el gesto con un beso rápido en los labios. Es una escena simple, muy doméstica. Pero cuando Melanie los ve no puede evitar sonreír.
No cree que vaya a ser tan fácil. Hay mucha tensión en el grupo...Entre Harry y Sam, entre Lisa y Sally, entre Ben y...bueno. Hay mucha tensión con Ben. No cree que todos los conflictos se vayan a solucionar de un día para otro, pero sabe que todos se están esforzando. Tienen tantas cosas que los separan como cosas que los unen, y sabe que si ponen toda su fuerza de voluntad podrán encontrar un equilibrio lo suficientemente fuerte como para que las cosas funcionen.
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Cómo enamorar a un idiota [Saga Idiota #2]
Ficção AdolescenteAl fin ha terminado el curso, y Melanie ya no tiene que mantener su relación en secreto. Ben ha prometido quedarse al margen, pero le está costando más de lo esperado hacerse a la idea de que su hermana está saliendo con alguien. *** Mientras Melan...