Capítulo 56 - Lisa

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El tiempo pasa volando cuando te lo estás pasando bien. Aunque tu mejor amiga te haya pillado besándote con su hermano a escondidas y el chico que hace tan solo dos horas intentó besarte y que no sabes si ha superado lo que sentía por dicha amiga esté en el baño de arriba lavándose la camisa porque le has tirado encima un vaso de refresco descafeinado light.

-No te voy a engañar. -Le digo a Melanie mientras miro con nerviosismo el recibidor-. Si entra Ben por esa puerta no sé cómo voy a reaccionar.

-No te preocupes, está con los chicos. No volverá hasta tarde- Melanie se deja caer en el sofá y cierra los ojos. Se nota que está mentalmente agotada, pero también sé que está bien. Se ha vuelto una persona más fuerte. Me siento a su lado y le pongo una mano sobre el hombro.

-¿Has vuelto a hablar con Sam?

-No hemos cortado el contacto del todo -responde sin abrir los ojos-. Pero digamos que la cosa está algo tensa. Hemos decidido que nos vamos a dar un poco de espacio.

Espacio. Repito la palabra en voz baja, tratando de hacerla mía. En este momento en el que todos se marchan, no parece el momento más adecuado para pedir espacio. Pero luego pienso en mi situación con Ben, y lo entiendo. No sirve de nada fingir que no pasa nada, los problemas siempre acaban por salir. Y eso se aplica a todo.

-Creo que es una buena decisión. Pero no os déis demasiado espacio...estáis hechos el uno para el otro.

Melanie se incorpora de golpe, divertida.

-¿Quién eres y qué has hecho con mi amiga?

-Buena pregunta- Sacudo la cabeza, intentando no pensar en lo que de verdad me ha hecho cambiar y en cómo he dejado escapar la oportunidad.

No me siento muy orgullosa de algunas de las cosas que he hecho. He actuado con egoísmo y sin pensar y nunca me he detenido a evaluar mis opciones. Quise cambiar, convertirme en otra persona, pero lo único que conseguí fue equivocarme de nuevo, caer otra vez en los mismos errores. Pero ahora sé que no tengo que dejar de ser quien soy para ser mejor. No se trata de eso.

-¿Lisa, estás bien? -Melanie se inclina hacia mí y me obliga a mirarla a los ojos-. Sé que Harry y tú habéis venido para estar conmigo y animarme, pero eso no quiere decir que tengas que reprimirte si necesitas hablar de algo que te preocupa.

-Estoy bien. -Le aseguro, no muy convencida-. Es solo que estos días han sido...ya sabes. Muy intensos.

Melanie asiente con lentitud y me coge de la mano.

-¿Vas a contarme ya lo de ese chico que ha hecho que te des cuenta de que no estás enamorada de mi hermano?

Cuando dice eso se me olvida cómo respirar por segunda vez en menos de veinticuatro horas.

-No...no sé de qué me estás hablando.

-Lisa, por favor.- Melanie pone los ojos en blanco e intenta no reírse.- A mí no me engañas...te lo noto.

-¿Qué es lo que notas? -Pregunta Harry desde las escaleras.

-Eh...nada -tartamudeo, nerviosa-. Cosas nuestras.

-Mel, me he tomado la libertad de tomarte prestado el secador...-Le dice a mi amiga mientras se acaba de abrochar la camisa. Yo intento mirar para otro lado, repentinamente abrumada.- No soy un experto, pero creo que he podido salvarla.

Harry se señala la camisa, todavía mojada pero sin rastros de refresco. Melanie suelta una risita de aprobación por su comentario, pero enseguida vuelve a mirarme a mí. Puedo escuchar cómo se retuercen los engranajes de su cabeza y empieza a atar cabos.

Cómo enamorar a un idiota [Saga Idiota #2]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora