"Mis padres vienen a recogerme al final de las vacaciones". No sé cómo pude soltarlo así, de golpe. Es cierto que yo necesitaba contarlo, pero no de esta manera. A mí me sirvió para quitarme un peso de encima, pero no tuve en cuenta las consecuencias. Y ahora debo afrontarlas.
- Buenos días.- Saludo, tímida, al entrar en la tienda donde trabaja Melanie. Cuál es mi sorpresa cuando en lugar de atenderme mi amiga me encuentro con su ex novio apilando botes de tomate.
- Ey, pelirroja- me saluda.- Tú eres amiga de Mel, ¿No?
Yo asiento, y por primera vez en mucho tiempo siento que no tengo nada que decir. Le conocía de vista, y me sonaba vagamente que trabajaba en esta tienda, pero con todo lo que ha sucedido últimamente lo había olvidado por completo. Ahora que lo veo en persona, entiendo que Melanie estuviera enamorada de él. Tiene algo que lo hace muy interesante, casi hipnótico. Pero eso no va a funcionar conmigo.
- Tú eres Rob.- Afirmo.- ¿Dónde está mi amiga?
- En la trastienda.- Responde él con una sonrisa.- Va a tardar un rato, pero si eres su amiga...-Robert se mete las manos en el bolsillo y saca un manojo de llaves.- Ve con ella, no le vendrá mal la compañía. Lleva más de una hora contando latas de sardinas.
Todavía desconcertada, cojo las llaves y me dirijo hacia donde él me indica. ¿De qué va? Retiro lo dicho, se lo tiene tan creído que la hipnosis dura muy poco. Encuentro a Melanie en la parte de atrás de la tienda cargando con una caja más grande que ella. Está a punto de trastabillar con el suelo y caerse de bruces, pero corro hacia ella y la ayudo a mantener el equilibrio en el último momento.
- ¿Ves?- me dice ella entre jadeos.- Por eso no puedes irte. No voy a durar ni dos días yo sola.
- Sé que lo dices de broma, pero lo siento.- le respondo, franca.- Creo que te debo una conversación.
- No, no me debes nada.- dice ella mientras deja la caja en una pila y va a por la siguiente.- Es decir, me hubiera gustado que me lo contaras antes, pero ante todo eres una persona libre y comprendo que no era fácil sacar el tema. Además, yo siempre te estoy hablando de mis problemas...nunca tengo en cuenta que tú también necesitas hablar de vez en cuando.
Durante un instante se genera un silencio incómodo. No quiero que piense eso, y mucho menos cuando apenas quedan unas semanas para que me marche. Pero yo no soy del tipo de personas que hablan de sus sentimientos una palabra más de lo necesario.
- ¿Pero tú te has visto? Tu novio te pone los cuernos con una animadora, cuelgas un anuncio en el periódico y el mejor amigo de tu hermano empieza a acosarte por chat. Y para colmo, mi primo se obsesiona contigo de mala manera. ¡Tu historia es mucho más interesante que la mía! Da para varios libros.
Mi intento de hacer reír a Melanie no funciona como esperaba, pero al menos consigo sacarle una sonrisa.
- Si esto fuera una novela, tú serías ese personaje inesperado que aparece de pronto y le da la vuelta a todo.- contraataca ella.
- Sin duda, ese papel se me daría genial.
Las dos nos reímos, liberando parte de la tensión acumulada. Quito la caja a Melanie y le propongo hacer el trabajo entre las dos. Durante unos minutos, las dos nos dedicamos a transportar las cajas en silencio. Cuando terminamos siento que voy a morirme. ¡Calor y trabajo, mala combinación!
- Espero que tengas una casa muy grande allá en tu pueblo, porque voy a ir mucho a visitarte.
Voy a contestar, pero Melanie me tira una lata de refresco y tengo que hacer un giro imprevisto para no dejarla caer.
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Cómo enamorar a un idiota [Saga Idiota #2]
Teen FictionAl fin ha terminado el curso, y Melanie ya no tiene que mantener su relación en secreto. Ben ha prometido quedarse al margen, pero le está costando más de lo esperado hacerse a la idea de que su hermana está saliendo con alguien. *** Mientras Melan...