A veces me pregunto cuál es mi papel en esta historia.
Sé en qué punto lo dejé cuando me marché. Tenía todo lo que cualquier joven de mi edad podía desear: buena reputación, buenas notas y un puesto destacado en el equipo de atletismo. Era popular entre los mayores y admirado por los más jóvenes. Estaba acostumbrado a que me pidieran consejo, a ser un referente para muchas personas. Tenía todo lo que querría desear alguien de mi edad, pero no era feliz. Había una sola cosa que quería y no tenía. O más bien una sola persona. Suspiro, abatido y enfurecido a partes iguales. Parecía que estaba en la cresta de la ola, pero me faltaba la ola. Yo nunca he tenido alma de surfero.
Matt: Tenemos un trato.
Josh: Lo sé.
Matt: ¿Vas a cumplirlo?
Josh: Sí.
Matt: ¡Júramelo!
Josh: Tú has cumplido tu parte, yo cumpliré la mía.
Asiento en silencio, aunque Josh no pueda verme. En cierto modo, siento que se lo debo a Evan, pero no estoy de acuerdo con su postura. Es una persona maravillosa, no tiene que ocultar sus sentimientos al mundo. Sé que puede ser duro -lo sé mejor que nadie...- pero también sé que cuando se lo cuente a todos se quitará un peso de encima. Es más, se dará cuenta de que el peso nunca ha estado sobre sus hombros. Pero hasta entonces...
- ¿Por qué estás aquí? Pensé que te habrías ido a casa después de comer.
Me vuelvo sobresaltado, sorprendido por ver materializado a la persona que me estaba rondando la cabeza. En cuanto llega a mi altura, Evan y yo abandonamos el pasillo del instituto y empezamos a caminar hacia el aparcamiento sin mediar palabra.
- He venido a buscar a Lisa- improviso.- pero empiezo a pensar que se ha ido sin mí.
- Yo te lo confirmo.- responde Evan, divertido.- Acabo de verla marcharse hecha una furia.
Me encojo de hombros, distraído todavía con mis propios pensamientos. Quiero preguntarle a Evan cómo han ido las cosas con Josh, pero tampoco quiero presionarle. Un incómodo silencio se asienta entre los dos.
- Sé que te mueres de ganas por preguntármelo.- dice Evan de pronto.
- Pero no quieres hablar de ello.
- No, la verdad.- contesta con una leve sonrisa.- Pero sí puedo decirte que todo ha terminado. O bueno, al menos eso espero.
Asiento en silencio, intentando ocultarle mis mayores temores. No conozco demasiado a Josh, pero después de hablar con él el otro día me cuesta creer que realmente haya terminado. Pero no voy a ser yo el que le arruine el día a Evan. Creo que es mejor guardar silencio, al menos por ahora.
- ¿En qué piensas?- me pregunta Evan, bastante más relajado.- Me pones nervioso cuando me miras así.
- Perdona.- me disculpo.- Se me ha ido la cabeza.
- ¿Estás bien?- Evan se inclina sobre mí, preocupado, al tiempo que me coloca una mano sobre la frente.- Tienes mala cara.
De repente, estamos muy cerca. Le miro a los ojos, esperando que se aparte de mí, pero no lo hace. Evan se pone rojo y yo, que antes no tenía fiebre, noto cómo me sube la temperatura. No importa todo el esfuerzo que he hecho para olvidar lo que pasó antes de que me marchara: mi cabeza se llena de fragmentos, de recuerdos de todo lo ocurrido. Mi parte consciente me dice que pare, que lo único que debería rememorar es el trágico final que acabó en desastre. Pero otra parte de mí ve esos mismos recuerdos reflejados en sus ojos. Por un instante parece que estamos muy cerca, que la distancia que nos separa es mínima, casi virtual. Pero entonces noto algo: Evan aguanta la respiración, y una alarma se enciende dentro de mí. Una que me recuerda que con Evan las cosas nunca son tan fáciles.
ESTÁS LEYENDO
Cómo enamorar a un idiota [Saga Idiota #2]
Teen FictionAl fin ha terminado el curso, y Melanie ya no tiene que mantener su relación en secreto. Ben ha prometido quedarse al margen, pero le está costando más de lo esperado hacerse a la idea de que su hermana está saliendo con alguien. *** Mientras Melan...