Capitulo 5

1.4K 84 5
                                    

Cuando sus ojos mieles contactaron con los míos, fue como si se convirtiera en mi chaleco salvavidas. 

Lo agarre de sus brazos, tocando su piel. (Si no estuviera tan alterada en este momento, juro que me hubiera derretido) 

Lo mire de forma desesperada. 

— ¡Tienes que ayudarme! ¡Hay alguien que entro a mi casa! ¡Por favor ayúdame! —había una cierta desconfianza en su expresión. Pero supongo que al ver mi alto grado de exaltación, decidió creerme. 

Sus ojos me decían algo como “¿Y qué quieres que haga?” y yo con mucho miedo, me rehusaba a regresar a casa sola. 

—Ok, vamos a revisar. —dijo él. Inexpresivo. 

Una corriente de alivio me recorrió el cuerpo. Ósea, quien quiera que estuviera invadiendo mi casa, Justin de un solo puñetazo lo mandaría a la China. 

Caminamos de vuelta a la salida de bosque, entre los arboles oscuros y frondosos. Las hojas crujían bajo nuestros pies. Miraba sobre mi hombro verificando que me siguiera, me daba aún más frio verlo sin remera, a pesar de que la vista era muy agradable.

En silencio regresamos al principio del bosque, caminando precipitadamente. Mis piernas temblaban como gelatina. 

Cuando dejamos el bosque atrás, parecía que las nubes habían oscurecido. Estaban aún más grises y llovía más fuerte. El frio estaba más helado y gélido. Entrar al bosque es como adentrarse a otro mundo, oscuro y siniestro.

Al salir y ver casa, me di cuenta que ahora, había estado algo aún más siniestro en mi hogar. Algo que no era normal. 

Atravesamos mi patio trasero y entramos por la puerta de la cocina. Me hice a un lado para que él pasara primero. Prefería esconderme detrás. Frunció el ceño, mirándome extrañado, y paso el umbral con esa caminata masculina que lo caracteriza, como si no determinara cada uno de sus movimientos. 

Lo vi recorrer la cocina con sus ojos mieles. Se quedó quieto, atento a cualquier movimiento. La casa estaba en completo silencio. 

Yo aun con el corazón en la mano, le indique hacia a la sala. 

— ¡Escribió algo en la pared… con sangre! 

Me dirigí hacia la sala, para mostrarle la pared blanca, que acompañaba la escalera. Justin me siguió detrás. 

Pero cuando estaba frente a la pared, no había nada. Absolutamente nada escrito. Estaba blanca como un papel, sin ningún rastro de “corre” escrito con sangre. 

Me quede paralizada, mirando fijamente aquel espacio.

—Esto no puede ser…—susurre. Con mi mano tiritona apunte hacia donde había visto la palabra, ¡Porque si la había visto! —Habían escrito “corre” con sangre, justo allí. Allí estaba. 

Voltee sobre mi hombro, con los ojos acuosos. Justin miraba la pared con sus cejas entrecerradas, seguro preguntándose si yo no estaba loca. 

Desvió sus ojos hacia mí, viéndome como temblaba de miedo. 

Sus cabellos y todo su torso estaban mojado por la lluvia, las gotas corrían por su piel. Un panorama ante mí, que me sería difícil olvidar. Era una escultura greco-romana en carne y hueso. Sin duda. 

—Iré a revisar la casa…tranquila. —Tenso su mandíbula, un poco incómodo por mi escrutinio. 

The Monster (Justin bieber & ___)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora