Capítulo 22

992 66 2
                                    

Esta situación no podía ser más cómica. 

— ¿Ahora lo entiendes mejor? —preguntó Erick, ignorando olímpicamente a Pharrell. 

— ¿Qué? —dije desorientada. 

— ¿Cómo te atreves a besarla? —inquirió indignado. 

—Tú no te metas. Eres pasado supéralo. —le contesto Erick despectivo. 

Yo retrocedí unos pasos con el pulso subiendo de nerviosismo. 

Estoy aturdida por lo que acaba de pasar. 

No puedo creer que Erick me besara. 

— ¡Tu ni siquiera la toques! ¡¿______, como permitiste que te besara este imbécil?!

—No eres nadie para decirnos que hacer. Vete, bastardo. 

Las palabras se quedaron arrimadas a mi lengua. No se dignaban a salir. 

¡Por todos los santos que lío! 

—Con todas las chicas que tienes lamiéndote el culo, ¿Tenía que elegir a _________, para divertirte? —graznó Pharrell iracundo. 

—No me conoces. No sabes lo que quiero con ella. 

Erick apretó sus puños. 

Caminó a donde Pharrell con sus hombros tensos. 

La boca de él se convirtió en una línea recta, mirándolo desafiante. 

—No le harás daño. —negó seguro. 

—No le romperé el corazón como lo hiciste tú. —contraataco Erick. 

¿Pero qué mierda les pasa? 

Esto era irreal.

Jamás algún día llegue a tener siquiera la ilusión de que dos chicos estarían enfrentándose por mí. 

Y sobre todo Erick Hamilton que a través de un beso, justo en medio de una pelea me dio a entender… ¿Qué le gustaba? 

¿Eso quería que entendiera? 

¡Oh dios! Pero ¿Cómo? 

De la forma que me trataba jamás me lo imaginé. 

Definitivamente no entiendo el comportamiento masculino. 

Pero estos dos estaban a punto de agarrarse a golpes. Lanzándose insultos. Y cosas incoherente. 

No puedo permitir que Pharrell, que viene saliendo de las lesiones de una pelea, vuelva a meterse a otra.

¡Y la dos por mi culpa!

— ¿A ustedes que mierda les pasa? ¿No pensaran ponerse a pelear, verdad? Porque no vale absolutamente la pena. 

Los dos desviaron su atención hacia mí. 

—A mí me gusta otra persona. —dije sin más. 

Para acabar con todo. 

Los rostros de los chicos decayeron y se quedaron quietos. 

Si hubiera mirado desde otra perspectiva me hubiera reído.

Soy bastante directa a veces. Pero es la mera verdad, aunque Erick me hubiera besado, no sentí nada y Pharrell ya era parte del pasado. 

Gire sobre mis talones, dejándolos ahí plantados, descaradamente. 

Caminé hacia la entrada, más que desconcertada por lo que acababa de pasar. Estas cosas solo pasan en las novelas, en cosas que mi vida ordinaria no incluiría en su lista. Aunque estaba más que estupefacta, me parecía muy gracioso.

The Monster (Justin bieber & ___)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora