Capitulo 41 [PRIMERA PARTE]

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Fue el sonido más atronador que jamás hubiera querido escuchar. 

Todo ocurrió en un segundo, con una velocidad afilada, impetuosa y mortífera. Pero aun así en mi mente se reprodujo en cámara lenta. 

El chillido punzante de las ruedas ardió en mis oídos, en mi cerebro, en mi corazón. El filo de los neumáticos dejando una huella oscura sobre el asfalto al momento del giro brusco y feroz del volante, cuyo objetivo estaba fríamente determinado: Justin. 

En un microsegundo el capó del auto se dirige hacia su cuerpo de acero, inquebrantable,invencible. Esa era mi esperanza. En ese momento brotó como una flor sobre un pantano, germinando con fuerza desaforada…sin embargo las siguientes imágenes terminaron por destrozar, acabar con todo el esquema de mi cuerpo. 

Justin no alcanzó a accionar su reflejo en defensa. 
La parte frontal del vehículo chocó contra sus piernas, provocando que sus pies dejaran el suelo y su cuerpo se elevara en el aire helado. Cayendo pesadamente de costado sobre el capó de metal, que se contrajo bajo su espalda, y el parabrisas siendo fragmentado en millones de piezas con el golpe de su cabeza contra este. Con la curva que el auto dio llevándose a Justin consigo, terminó por golpearse contra la esquina del edificio abandonado de la gran avenida. Los ladrillos se descuajaron de su pared, derrumbándose como hojas de otoño ante el impacto portentoso de un chico sobrenatural y un auto blanco. 

Sentí todo paralizarse de forma electrizante. Cada fibra de mi ser se inmovilizó, mi corazón se detuvo de sopetón mandando un dolor agudo a través de mi alma, mi cerebro se entumeció y mis parpados se contrajeron hacia atrás en la sorpresa del shock. Entre abierta mi quijada y mi boca, tapé un grito con la palma de mi mano. 

Al instante en que el sonido de algunos ladrillos caer en el agujero del choque se escuchó, mis piernas flaquearon en un temblor pavoroso. 
El otro lado de la calle, oscura, húmeda por la bruma, salía un humo blanco desde la zona de accidente en medio de un crepúsculo tétrico. No hubo ningún movimiento después de eso, el silencio acompañaba la escena como si la inmortalizara en una fotografía. 

El coche blanco hundido en la boca de un hueco del edificio fue lo que me dijo a gritos que lo que estaba viendo era real y que dentro de él debía estar Justin herido, inconsciente, quien sabe qué cosa tras un atropello y traspasar un muro de ladrillos. 

Joder…

—Jus…Justin. —Logré articular, mirando al otro extremo, petrificada. 

A diferencia de la seca esquina de la otra calle, las esquinas de mis ojos comenzaron a arder instantáneamente, como si la sal de las lágrimas hurgara en la carne viva causando heridas. 

Sin mirar si algo se avecinaba cruzo la calle corriendo con desesperación, me detengo a unos pasos del vehículo, repelida, no quiero acercarme, y no puedo hacer nada, no puedo hablar, moverme correctamente, gritar por ayuda o echarme de rodillas a llorar. 
Me mantengo esperando algún indicio, alguna actividad. 

Mis pulmones inhalan y exhalan raquíticamente, descompuestos por la angustia. 

No puede ser que esto esté pasando. 

Miro expectante hacia la oscuridad de aquel hueco chocado, aguardando a que salga él, ileso de esto que tan repentinamente cambió todo. El coche sigiloso sostiene un ronroneo lastimero del motor, sisea el metal magullado con el humo saliendo por todas partes. No me atrevo a acercarme, tengo miedo, miedo de que este malherido, ni siquiera pensé en quien era el conductor, no lograba ver nada con la mitad del automóvil enterrado entre los escombros. 

Hasta que resurge un ruido quejumbroso desde el auto, quizás el fierro siendo removido, que me puso inmediatamente en alerta, cada uno de mis sentidos trastocados, casi en posición de ataque. 

The Monster (Justin bieber & ___)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora