Anime One Shot y Lemon

Zen Wisteria

*Pov Zen*

Era una noche fría la que hacía hoy, me encontraba solo en el jardín real, sentada sobre un banco de mármol con una carta en mi mano. Era de Shirayuki.

Había ido a verla como me lo había pedido, escapando de Mitsuhide y de Kiki y evadiendo a algunos guardias. Llegué a la enfermería y vi a Ryu sentado escribiendo algo

- Ryu, Hola

- Príncipe- hizo una pequeña reverencia

- ¿Qué tal? ¿Viste a Shirayuki?

- Ah, ella salió un momento, me dijo que le diera esto por mientras- Ryu sacó una carta sellada- Me pidió que se la entregara personalmente- tomé la carta 

- Gracias Ryu- como veía que se encontraba algo ocupado salí del lugar y fui hacia el jardín. Abrí la carta de Shirayuki y empecé a leerla.

 Zen... primero que nada, sé que sonará egoísta de mi parte decir esto pero, tengo que hacerlo. Me conoces bastante y sabes que cuando algo no esta bien, no espero a decirlo, me refiero a lo nuestro Zen. Me duele que lo sepas en palabras y no personalmente, pero es que no tuve valor para hacerlo. Si te tuviera al frente sé que no lo hubiera hecho, por eso opté por esta manera. Desde hace un tiempo, he tenido comunicación con Tabarun, con mi ciudad natal, mediante el príncipe Raji, gracias a mí, él ahora es una persona diferente, ahora lidera Tanbarun como un buen príncipe, lo que me hace sentir muy orgullosa... no solo eso, sino que en mí... brotaron sentimientos hacia él, creéme que fue difícil aceptarlo, sin embargo uno no manda al corazón.

Zen yo... me fui de Clarines para estar con la persona que amo en estos momentos, con esa persona que es dueño de mi corazón... con el príncipe Raji.

Lo lamento Zen, te agradezco por todas las oportunidades y todo lo que pasamos juntos, gracias en serio, pero no puedo engañarme más. Espero me perdones algún día y que también encuentres a la persona que te pueda dar lo que no pude.

Lo siento 

Shirayuki.   

Algo proveniente por mis ojos, manchó la carta, eran mis lágrimas. Shirayuki me había dejado, tenía el corazón en un puño. La mujer que amaba, la persona que más adoraba en esta vida, me había dejado por otro. 

- Shirayuki...- saqué de mi pantalón lo que pensaba hacer en unos días.

Lo que tenía en mente hacer, ya estaba preparando todo, me había imaginado una vida con ella.

Mis sueños se convirtieron en pesadillas.

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Un año después

- Zen... Zen... ¡Zen!- sentí un libro en mi cabeza

- ¿Qué pasa, Mitsuhide?

- Es medianoche y tú aún no terminas ese formulario

- Perdón, perdón... ayer me quedé entrenando hasta muy tarde

- Si Izana-ouji te viera... - él se calló

- Mi hermano está con su prometida de Aranais, no te olvides que se casan dentro de seis meses

- Si, es cierto...- Mitsuhide parecía arrepentirse por sus palabras, así que me levanté de mi asiento y posé mi mano sobre su hombro