CAPÍTULO I

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OCTUBRE

Año 2024

Ya habían terminado de instalar la carpa climatizada, no podía decir que hiciera particularmente frío, la temperatura oscilaba los 18 grados, pero no quería arriesgarse, con los niños era mejor pensar en todos los detalles. Ahora debían volverla algo acorde a la temática, entonces colgaban las cortinas negras y amarillas, los globos de los mismos colores también estaban en columnas formados en espiral.

Vio mover las plantillas con los edificios nocturnos que pondrían en el interior de la carpa y también por fuera de ésta, habían empleados rellenando de aire el inflable, miró la hora en su móvil un poco inquieta, aún no traían el batimóvil 6v que François había comprado para ese día, un exceso, había pensado de inmediato, pero no quiso discutir al respecto o le echaría en cara otras cosas de ella, así que prefería dejarlo por lo sano.

Se volvió sintiéndose   inquieta,   mordía su uña  pensando en qué podía faltar, el catering llegaría una hora antes se dijo mentalmente, mientras caminaba hasta Thomas que estaba sentado en la mecedora bajó el árbol con sus piernas estiradas y su tobillo izquierdo sobre el derecho en una posición bastante relajada, vestía totalmente de negro, con una chaqueta de cuero, ella no entendía cómo podía llevar algo así, Rebecca se estaría ahogando de calor.

Por tanto ella vestía mucho más cómoda, en la mañana había tomado un jean y una blusa azul con mangas tres cuartos, realmente le gustaba estar cómoda para ese tipo de actividades, sabía que le esperaba mucho trabajo, no era la primera fiesta infantil que organizaba.

Cuando se le acercó a Thomas notó que él desviaba su mirada hasta ella con un gesto escéptico, repasándola de arriba abajo.

-¿Es en serio? ¿Ahora sólo te dedicas a coordinar fiestas infantiles?

-Es parte de ser mamá.- Se sentó a su lado en el balancín.

-Es un desperdicio-Dijo mientras sacaba su viejo encendedor de plata.

-¿Estás ansioso? Algo te agobia, dudo que hayas venido sólo a echarme en cara nuevamente como desgasto mi vida.

-Creo que estás en peligro.- Rebecca suspiró, ahora iba de nuevo con su paranoia, ella sabía perfectamente que Thomas detestaba cada una de sus elecciones, no había sido particularmente discreto al respecto, cada oportunidad que tenía se lo hacía visible. Lo miró desinteresada

-Claro, en peligro que no llegue el batimóvil de Maximilien y François me culpe por desear que no se lo diera.

-Rebecca, Black regresó.

-¿Black? ¿De qué Black me hablas ahora? ¿Te refieres a la tendencia?- Miró alrededor, efectivamente todo estaba oscuro, se suponía era el caballero de la noche, a veces no entendía mucho a Thomas, sólo sabía que lo quería, pero le molestaba que siempre que se veían le tocará el tema de cómo todo en su vida era una mala decisión, no entendía que ella era feliz siendo casera, ocupándose personalmente de su hijo, no lo había tenido para dejarlo con nanas, para eso seguiría sin hijos.

-El asesino caníbal, yo solía llamarle Black.

Rebecca volvió su mirada a Thomas, no podía creer que le dijera eso, ya era el colmo que usara algo así para volver a resaltarle lo "miserable" que según él era su vida.

-Thomas, ese hombre está muerto, tanto Vladimir Petrov, como Dimitric Sokolov y Alexandro Ivanov murieron, hicimos un gran trabajo, las pequeñas cabezas se han desmantelado, no vengas ahora a decirme esto sólo porque te parece un asco mi vida, me gusta si, acéptalo.

EL QUINTO MANDAMIENTO [TERMINADO] #Libro4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora