EPILOGO

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Hoy hay dos capítulos, ni siquiera los releí, porque apenas terminé se los subí, perdonarán si hay fallas gramaticales, después los reviso, pero quería los leyeran tan pronto terminara, porque me emociona llegar a esto.

Lean antes el anterior o se mega spoilean.

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París en otoño siempre le había gustado, le recordaba otros tiempos, unos donde su piel era tersa y ella era la mujer más bella, pero más allá de ese lastre con el que había lidiado incluso en su vejez, lo que pensaba de París era en ella tomando la mano de su señor sintiéndose inmensamente enamorada y sabiendo que con él no sólo recorrería Madrid, París, Ginebra, sino cualquier rincón del mundo, lo habían hecho, lo habían hecho hasta que ambos quisieron algo más tranquilo.

Para Rebecca Bracho, François LeBlanc seguía siendo el hombre más atractivo del planeta, no importaba que ambos estuvieran a punto de cumplir sus bodas de oro, 50 años no eran nada cuando amabas mucho a alguien, era como si sencillamente hubieras cerrado un instante tus ojos, eso le pasaba a ella cuando veía sus vidas.

De pronto ahí mientras los dos caminaban lentos por el parque Marte ella se ponía nostálgica pensando en la primera vez que juntos estuvieron en ese lugar, entonces vio a un niño a lo lejos y le habló a François:

-Quizás ese es el próximo presidente de Francia, Monsieur LeBlanc. -Él le sonrió y apretó su mano.

-Así como pudo pasar con el niño de hace 52 años.

-Nunca se sabe dónde está la historia.

Rebecca Bracho no lo sabía, no lo recordaba, para ella era más sencillo recordar los hechos viejos que los recientes, François si sabía eso, claro que lo sabía, él sí era consciente del diagnóstico de su amada reina roja, pero agradecía los días buenos, los días en los que ella lo recordaba y no lo buscaba en alguno de sus hijos, creyendo que él era Maximilien o Nataniel, con los dos le pasaba de diferente manera, era fácil para ella perderse en los tiempos, en su mente era difuso el pasado y el presente, a veces se conjugaban todos siendo un mismo tiempo, pero de todas maneras ella era feliz, porque afortunadamente incluso en sus días malos lo único de lo que hablaba era de ellos, si había algo que ella nunca olvidaba era a sus hijos y a su amor, no importaba que no lo reconociera a él siendo viejo, sino que lo viera en sus hijos, pero él nunca dejaba de estar en sus pensamientos, preguntar constantemente por él era lo único que ella hacía.

A veces habían días realmente malos en los que creía que tenía que proteger a los niños de Bashar, que los buscaba pequeños y que no los veía en su apariencia de adultos, ni siquiera George que era su consentido, lo era por encima de Maximilien porque fue su eterno bebé, George había nacido con una muy pequeña anomalía congénita, que para ellos nunca fue tal, George tenía síndrome de Down, pero para Rebecca y François, siempre fue tan capaz de cualquier cosa como cualquier niño normal, era verdad que recién les dijeron Rebecca había querido morir, se había culpado, por las pruebas de ADN que les hizo, por tenerlos tan mayor, por ser la reina más malvada del cuento, pero después lo había visto como lo que era: un niño hermoso y capaz, su eterno bebé, que seguía con ellos y era el que más la ayudaba en sus días malos.

George y Nataniel, su par de gemelos, ella supo en el instante que los cargó cuál era cuál, George era Bolito, Nat era su amado gruñón, no era tal cosa, su hombrecito siempre fue el más igual al padre, más que Abby, más que Max, era como si fuera una copia exacta de François y si George no hubiese tenido esa condición especial seguramente su favorito en el mundo habría sido sin duda Nataniel, le gustaba la comida mediterránea desde muy pequeño, amaba la electrónica y reaccionaba ante la vida de la misma forma hedónica que su padre, pero cuando se había enamorado, lo había hecho de una sola chica, con la que todavía estaba, era tan igual a su padre que a pesar de ser uno de los tres más pequeños era el que se encargaba del emporio LeBlanc, el que su padre había iniciado y que Nataniel había expandido a niveles inimaginables.

EL QUINTO MANDAMIENTO [TERMINADO] #Libro4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora