La silueta oscura de los pantalones azul turquí de la policía española nubló su visión, era un puto coñazo que no te dejarán ni siquiera llorar, se limpió rápidamente con el dorso de la mano y alzó la mirada con cuchillos en sus ojos porque no estaba para aguantar que la señalaran.
-Tengo varias preguntas- Planteó Andrés Fernández con ese tono que acostumbraba usar.
-Nunca le han dicho lo carroñero que se siente.- Él apretó sus labios con un gesto socarrón.
-En mi profesión me insultan de muchas formas.
-Mi madre no ha salido del quirófano ni siquiera y usted ya quiere empezar.
-Su madre no estaría en ese quirófano de no ser por usted- Rebecca lo miró atónita.
-Ahora me va a culpar de que alguien haya decidido intervenir quirúrgicamente a mi madre en una morgue de una universidad.
-Aún no podría aseverarlo Rebecca, sin embargo es tremendamente sospechoso toda esta situación.
Ella no alcanzó a contestarle nada, cuando François se acercó escabulléndose de nuevo del policía que se lo había llevado minutos antes, no le habló a ella, lo hizo con Andrés Fernández exponiendo lo obvio, lo mismo que ella ya le había dicho con otras palabras, el hecho estólido de que su madre estuviera en un quirófano y él en cambio tuviera a toda la familia cercada con policías.
El hombre le habló tan cínico como solía hacerlo con ella e hizo evidente que tenía conocimientos de lo que habían hecho, no fue específico, pero no lo necesitaba, ella sabía que se estaba refiriendo a todos los movimientos que se habían efectuado para encontrar a su madre, el ingreso al satélite, el acceso a las cámaras de la ciudad y también el ingreso a la universidad, sin contar el hecho de las condiciones en las que había sido hallada su madre y que ella sabía a la perfección que François no tenía nada que ver, pero ese hombre no.
Observó como François le contestaba con un tono adusto que raras veces empleaba, generalmente François era un hombre amable, si se quiere carismático, que derrochaba simpatía con todas las personas, por eso le iba tan bien en los negocios, porque le era sencillo entablar relaciones con otras personas, sin embargo no estaba siendo el caso, en ese lugar sólo arribaba el pedante, el que sabía quién era y no vacilaba en señalarlo, el hombre que tal como el inspector Fernández dejaba en claro abusaba de sus influencias.
Rebecca no puedo intervenir, qué iba a decir si sentía que ese hombre exponía sus verdades, no importaba las muy buenas intenciones que tuvieran, ellos eran lo que él expresaba, ese tipo de personas que ella tanto denunció, quizás quien los hacía jugar era consciente de eso y por ello los ponían en esas ridículas situaciones, no, no era así, la persona que les hacía eso era un enfermo, un demente cuyos objetivos ella no alcanzaba a dimensionar.
El joven inspector no parecía ser tonto y eso se lo estaba dejando en claro a François, sin ningún tipo de miramientos le remarcó que había contradicciones en lo que expusieron, Rebecca desconocía a qué se refería, porque a ella no la habían entrevistado y no sabía qué habían dicho su padre, su hermano y el mismo François.
-¿Insiste en lo mismo?-Lo cuestionó François- Mire es evidente que mi esposa se encuentra indispuesta, sus padre y hermano también, no es un buen momento, creo que es lo bastante perspicaz para que se dé cuenta de ello, deje de incordiarnos, estaremos dispuestos a colaborar, pero ya no más, todo esto ya me parece un abuso de autoridad.
-Soy bastante perspicaz señor LeBlanc y sé qué clase de mujer es su esposa.
Rebecca no pudo evitar mirarlo ante tal afirmación y lo que encontró fue una de sus clásicas sonrisas burlonas, no comprendía por qué desde que había conocido a ese sujeto parecía hablar con propiedad de ella, Rebecca no lo recordaba por mucho que hurgaba en sus recuerdos, no había nada de él, sólo estaba Jullian.
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EL QUINTO MANDAMIENTO [TERMINADO] #Libro4
DiversosEste es el cuarto libro de una saga, el primero se llama "El Sexto Mandamiento", el segundo "El octavo Mandamiento y el tercero "El Décimo Mandamiento". Rebecca piensa que todo ha acabado, por fin consiguió su final feliz, pero puede que muy dentro...