CAPÍTULO XVI

547 43 24
                                    

Hola, siento haberme tomado el tiempo, pero de verdad lo necesitaba, descuiden ya trabajo en el siguiente capítulo y volveré a actualizar al menos una vez a la semana, gracias por su consideración.

____________________________________________________


El lugar que había elegido Thomas para citarla era un poco atípico, porque no tenía mucho qué ver con él, era un sitio con estilo vintage, no podía referirse a una época en específico porque tenía una mezcla de épocas en los objetos decorativos, desde papel tapiz estilo barroco, hasta esculturas de bustos de anónimos que pretendían darle clase al lugar combinadas con las enormes lámparas de araña que contrastaba con el mobiliario rustico.

Ella arqueó las cejas también al esquivar gente, eso tampoco era propio de Thomas, quien a menudo evitaba las aglomeraciones y prefería elegir algún lugar espantoso al que no fuera nadie.

Tenía que apuntar que en un bar las mujeres embarazadas resaltaban, había visto varios ojos sobre ella, lo cual era genial teniendo en cuenta que se iba a encontrar allí con un criminal, buscó a su criminal entre las mesas y lo vio al fondo con unas gafas oscuras, lo cual alguien tendría que decirle que lo hacía resaltar más, quién andaba con gafas en la noche, además dentro del establecimiento.

De todas maneras y muy a regañadientes dirigió sus pasos hasta allá, aun con varias miradas puestas en ella, se sentó y escaneo el lugar mirando con dagas a cualquiera que siguiera mirándola y luego se giró a él acomodando ligeramente su cabello.

-Nunca entenderé tus elecciones- Le dijo con una sonrisa fingida que no se esforzó por ocultar cuán falsa era, porque de hecho la idea es que se percatara las malas decisiones que a veces tomaba.

-Sólo tengo un asunto pendiente cerca -Habló parco, ella volvió a esbozar esa sonrisa fingida.

-Te debo recordar que la interpol te tiene en su lista.-Thomas esbozó una sonrisa maliciosa.

-Ellos me atraparán cuando así lo considere necesario, Rebecca.

-Déjate de gilipolleces Thomas que elegir un lugar muy concurrido de Ginebra lleno de estudiantes que me miran el culo por sus hormonas alborotadas no es la idea más brillante que se te ha ocurrido.

Lo bueno de tener un nivel de confianza con alguien es que te permitía deshacerte de tus máscaras aunque fuera un rato, así que decirle la verdad a Thomas no era tan difícil como solía serlo en su diario vivir en el que la mayoría del tiempo no podía permitirse estar fuera de lugar.

-Cálmate Rebecca no actúes como si estuviéramos fraguando un crimen, de eso se trata esto. -Hablo calmo mientras tomaba su trago.

-Pues...-Lo miró fría- Teniendo en cuenta que se trata de nosotros y que un sociópata se divierte a costillas de nuestras vidas- ella arrugó su nariz- no veo cómo no vamos a fraguar crímenes, no creo que sea nada legal ninguna de las cositas que hacemos. -Él volvió curvar sus labios levemente.

-Tan sólo no actúes como culpable antes de tiempo -Se bajó las gafas levemente dejando ver un gran morado -¿qué te hizo ahora el "sociópata" que te tiene tan alterada?-Ella volvió a mostrarle sus dientes en una sonrisa fingida, que se veía un poco macabra o al menos así la sentía.

-Nada, creo que el imbécil me subestima, porque ninguno de sus juegos me parecen algo tan contundente, de hecho me parece un idiota, de todo lo que me ha hecho lo único que realmente fue doloroso es cuando se llevó a mi hijo, pero sólo fue contundente porque me cogió por sorpresa.

»Ahora no estoy aquí porque esté alterada, de hecho no pienso en mí, si alguien me ve contigo lo único que me pasará es que seré sometida a un interrogatorio para preguntarme si conozco tu paradero y el motivo de este encuentro, en cambio tú, si alguien te ve aquí, pues pasarás todo lo que te queda de vida encerrado en una cárcel y seamos honestos Thomas, no creo que te guste ese panorama.

EL QUINTO MANDAMIENTO [TERMINADO] #Libro4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora