CAPÍTULO LXXI

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ABRIL

-Otra vez- Repetía el pequeño François, mientras lo empujaban en el columpio, tanto Antoniette como él solían alegrarse de cosas tan insignificantes como esas, algunas veces resultaba increíble que algo así fuera posible, pero sí, habían niños muy privados.

Rebecca les tomó una nueva fotografía, aunque a ese paso le sería mejor buscar su cámara análoga, le provocaba volver a pasar por el proceso del revelado, además porque tenía el móvil abarrotado con fotografía de los niños.

La primavera era preciosa y le gustaba estarla viviendo con ellos, sus risas en todo el lugar, sus pasos corriendo, ese bullicio tan característico de los juegos, a muchos les molestaban, para ella era su momento favorito del día.

Ella sonrió mirándolos, aunque ellos se entristecieron cuando Audrey los llamó al orden para que pudieran ir a bañarse y cenar, Rebecca no la contrario, dado que a menudo era Audrey la que estaba con ellos debido a lo mucho que ella tenía que pasar por fuera por cuenta de Bashar.

François no había llegado, algo poco usual en él, dado que últimamente optaba por hacerlo entre 4 y 5 pm, sin embargo entendía que a veces tampoco podía llegar antes, así que ella también aprovechó y se dio un baño, uno realmente corto y se puso un vestido holgado sólo para cenar fresca.

Estaba recogiéndose su espeso cabello cuándo él llegó y le dio un beso suave en los labios, ella se sonrió en respuesta, le habló entusiasta de su tarde con los niños y le mostró las fotografías que les había hecho, mientras él las miraba ella buscó unos zapatos que fueran a juego con ese tipo de vestido y finalmente se sentó en su butaco para empezar a ponérselos.

-¿Amor? -François la llamó

Ella alzó su cabeza terminando de ajustarse sus sandalias.

»Este video... No me lo enviaste, recuerdo la primer parte y creí que eso había sido todo, pero... -Preguntó confundido.

Rebecca palideció y sintió un frío recorrerla desde la punta de los pies, porque no se había sentido capaz de mostrarle ese vídeo, ni siquiera de hablarle de eso, cuando había llegado de Madrid se había limitado a agradecerle y ya, de hecho había olvidado que lo tenía ahí o no le habría dado el móvil.

-Eh...-Titubeó sin saber qué decirle.

-¿Por eso me agradeciste? -Preguntó François acercándose a ella con el móvil en la mano.

-Sí, era complejo.-Le dijo algo rápido desviándole la mirada, porque se sentía incómoda.

-¿Lo disfrutaste? -Interrogó con un atisbo de celos en su voz.

Rebecca sabía que si él veía ese vídeo, así lo iba a interpretar, volvió a mirarlo, sin saber qué contestarle, con su corazón latiéndole a mil.

» ¿Era parte de la actuación? -Volvió a preguntar y su voz denotaba que esperaba una respuesta afirmativa de parte de ella. -¿Por qué no me lo enviaste?

Ella enterró su cabeza en sus manos cubriéndose el rostro sin tener respuestas claras, simplemente no quería que él la viera así, en el avión de Madrid a Ginebra lo había visto y definitivamente había confirmado todos sus temores de lo que todo eso podía parecer, ella desvistiéndosele a un hombre como si tuviera la intención de ser mirada y deseaba, ella en aquella bañera molestándose porque no la había tocado bien ¿y qué se suponía que era tocarla bien? Cuando debería de no querer que la tocara en absoluto.

El ritmo de su corazón aumentó entre más pensaba en eso y se culpaba mucho por permitir toda esa situación, además de sentir físico pánico de hablarle a François sobre eso y menos mostrarle algo como aquello, cuando vio en ese vídeo su rostro repleto de abandono en el momento que ese sujeto empezó a acariciarle la espalda y tampoco hizo absolutamente nada para detenerlo al momento que le empezó a acariciar los pechos.

EL QUINTO MANDAMIENTO [TERMINADO] #Libro4Donde viven las historias. Descúbrelo ahora