EL QUINTO MANDAMIENTO [TERMINADO] #Libro4

CAPÍTULO XXXVII

Rebecca se acomodó los lentes en su cabello y miró a Thomas, seguía con pelo corto y sin la barba que lo caracterizaba, le contó de los hallazgos de Adolf, del Rolex y del vídeo escalofriante que le había enviado, él simplemente jugueteaba con su encendedor mientras la escuchaba.

-¿Dejó que la cámara lo captará? Eso sí me parece extraño, aunque eso podría significar que se vuelve más descarado ¿no has tenido encuentros extraños con algún hombre? Digo alguien digno de investigar.

-No Thomas- negó con su cabeza- por eso estoy haciendo que intenten identificarlo con el reconocimiento facial.

-Y ese tal Adolf ¿sí es de confianza? -Thomas la miró a los ojos -Ha encontrado tanta información que bueno bien puede tener que ver con el sudes.

-Fue investigado antes, pero si quieres hazlo tú también.

-Ok, ¿algo más relevante de lo me tenga que ocupar?

-¿Te parece poco encontrar a un sociópata?

-Me refiero alguna pista que tus esclavos hayan descubierto.

-No, los ratones me han traído entrevistas de los policías, miles de perfiles distintos, pero ninguno que coincida con nuestro sociópata, lo que sí sé es que se la ha pasado por años inculpando a otros por sus crímenes, así que es hábil en eso. Y que necesito a un experto en Rolex, pero eso se lo pediré a François, esos relojes no los fabrican en masa, siempre hay una cantidad por modelo y eso reduce un poco las cosas.

-Ok, dile a tus esclavos que investiguen si alguno de los sospechosos que han detenido, ha salido en libertad, siguen presos o han sido llevados a la pena de muerte, podríamos encontrar alguna pista.

-Al asesino del 7 nunca lo hallaron,- le manifestó porque ya tenía esas respuestas- el asesino caníbal se le adjudicaron todos los asesinatos a Bratva, el asesino de la maleta aún es buscado y el replicador es el único que fue sentenciado y muerto en la silla eléctrica, su madre sigue diciendo que su hijo era inocente y asegura que padecía esquizofrenia, pero sus abogados nunca pudieron comprobarlo.

-Entonces que inicien por ahí, sabemos por el tipo de la personalidad múltiple que es factible que esa mujer diga la verdad.

-No es lo mismo la esquizofrenia a la personalidad múltiple Thomas, ya agoté esos recursos. Lo único es que ese hombre para convencerlos tuvo que haberlos visto en algún momento- ella se mordió el labio- he pensado ir a Madrid y ver al supuesto asesino de Jullian.

-No es mala idea, quizás una de sus personalidades le recuerde. Yo le pedí a uno de mis contactos noticias sobre el artesano, pero hay algo que me huele muy mal al respecto sobre ese tipo.

-Ah mi ratoncito me habló de un mitológico club de canibalismo, parece más que leyenda urbana un mito, pero considero que deberías revisar.

-Investigare si hay en Europa, cuando hice mi primer libro escuché algo parecido en Estados Unidos, resultó dirigirlo un hombre de origen japonés con gusto por la carne tierna de bebes.

-Eso es horrible Thomas. -Él se encogió de hombros.

-Quizás encontremos algo parecido acá, no lo sé aunque presiento que nuestro hombre es demasiado egoísta para compartir su botín, pero como no es una certeza del 100% aún queda un porcentaje de duda.

Rebecca se cubrió el rostro cansada, pero asintió. Se fue al poco tiempo, entre menos se demoraran mejor, caminó hasta el auto en el que se estaba movilizando, un Alfa Romeo spider 2000 modelo 1970, François tenía una fascinación por los autos clásicos y aunque por ella se había deshecho de muchos, aún insistía en tener una buena cantidad de ellos en el garaje de su casa, que había hecho bastante grande para que esas cosas cupieran en él, ahora lo veía como algo bueno, pues cada vez que ella se quedaba sin vehículo, ahí estaban uno de ellos para salvarla y había que reconocer que eran muy lindos.