Besos que desaparecen

293 21 0
                                    

- ¿Sí? - preguntó mi hermano del otro lado del teléfono.

- Shane, ¿puedes venir a buscarme? - dije con la voz entrecortada.

No llevaba apenas dinero porque pensé que cenaríamos en un bar del puerto y acabamos en aquel restaurante. Nick se ofreció a pagar mi parte pero me negué. No quería deber nada a esos ricachones. Así que no tenía para un taxi y a la hora que era no había autobuses.

- Summy, ¿que ha pasado? - estaba preocupado, probablemente había adivinado que estaba llorando por mi voz.

- ¿Puedes venir por favor? - contesté. No quería contárselo por teléfono.

- Estoy en el bar pero tranquila quédate donde estás y mándame la ubicación.

Colgué e hice lo que me pidió.

Llevaba media hora sentada en ese portal, llorando y recordando la noche. Preguntándome si Nick solo estaba conmigo pensando que algún día yo sería como él. Se avergonzaba de mí, eso estaba claro. Lo sospeché todas las veces que se negó a presentarme a sus amigos con excusas y esa noche lo había corroborado cuando evitó decir de donde era.

La moto de mi hermano se paró ante mí. Se quitó el casco y me di cuenta de que no era él.

- ¿Estás bien? - preguntó Daniel bajándose del vehículo y acercándose a mí - tu hermano no podía venir, tenía el bar a tope y...

- Está bien - le corté.

Se quedó un segundo ante mí, esperando algo. Pero yo no quería ni podía hablar, necesitaba un abrazo y sabía que él no me lo iba a dar. Titubeó un poco pero, sin decir nada, se dirigió hacia la moto, me dio un casco y se subió. Yo hice lo propio y nos fuimos de aquella avenida lujosa.

Levanté mi visera, quería sentir el aire, y de manera automática, en cuanto golpeó mi cara, las lágrimas volvieron a salir. Sentí como Daniel paraba la moto y los dos nos bajamos, en medio de la nada.

- Summer cuéntame lo que ha pasado. - su cara se endureció - te juro que como ese imbécil te haya hecho algo, yo mismo...

- ¿Como con Josh? - no le dejé acabar.

- Espero que mejor que con Josh. El cabrón tiene buen gancho - sonreí, él puso sus manos en mi barbilla, me levantó la cabeza y me miró con ternura - me enfrentaría a cincuenta Josh si alguien te hiciera algo.

Sentí como sus ojos verdes penetraban los míos. Y supe que estaba siendo sincero. 

- No me ha hecho nada.

Le conté lo que había pasado y él no paraba de andar de un lado a otro con los puños cerrados y tensando todo el cuerpo, mientras yo estaba sentada encima de la moto de mi hermano.

- Ese tío es un capullo.

- Hace unas horas te parecía un buen tipo - dije con tono de burla.

- Hace unas horas vi a la chica que acababa de besar con otro y quise hacerme el superado - las palabras salieron de su boca y al parecer, por su cara, sin permiso.

Quise averiguar más sobre lo que acababa de decir pero cuando abrí la boca, otra pregunta salió por ella. 

- ¿Porqué me besaste? 

Quizás fui demasiado directa pero Elena tenía razón. Si quieres saber algo pregúntalo sin más.

- No lo sé - contestó bajando la mirada - me desquicias, intento acercarme a ti y tú me apartas, me odias y yo lo sé, eres la persona más borde que conozco...

¿Cuál es tu sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora