Adiós y gracias

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- ¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz...! - abro los ojos quejándome.

Hannah, Elena y Alex están en mi habitación sosteniendo una bandeja con un café y un cupcake con una vela. En realidad, las chicas son las que me obligan a llamarlo así, para mi sigue siendo "una especie de magdalena".

- ¿Qué hora es? No me jodas, ¿me he vuelto a dormir? - pregunto nerviosa mientras me levanto corriendo buscando mi móvil.

- No, Summer - contesta mi amigo riendo - hemos venido a pasar el día de tu cumpleaños juntos, vamos a abrir el bar contigo y no nos despegaremos ni un segundo. Incluso haremos el esfuerzo de quedarnos a comer por ti, gratis por supuesto.

Ruedo los ojos y miro a Hannah que le pega una colleja a Alex. Él se queja y la coge de la cintura acercándola a él. Ambos ríen y se besan.

Ha pasado más de un mes desde que jugamos a "¿Verdad o reto?" y desde entonces han pasado por muchas fases: amigos con derechos, algo más, amigos con derechos otra vez, y creo que ahora están juntos por fin. Aunque con estos dos nunca se sabe.

- ¡Felicidades tía Sum! - grita mi sobrina entrando en mi habitación y saltando sobre mi cama.

- Gracias Hope... Eh esa era mi magdalena - le reprocho cuando la niña se lleva mi desayuno a la boca.

- Se dice cakei - responde ella negando con la cabeza, como si esa fuera la cosa más obvia del mundo y yo fuera una estúpida por no saberlo.

Todos reímos y ella me tiende una hoja mientras me mira atenta con esos preciosos ojos azules. Sin dejar de comer, obviamente.

- ¿Es para mí? - sonrío mientras cojo el regalo de la niña de mis ojos.

Es un dibujo. Hay una chica con una capa de superhéroe y una flecha encima que indica de quien se trata, "Summer". Al lado hay una niña pequeña que le coge la mano.

- Tú eres mi héroe, tía Sum - confirma Hope con la boca llena.

Siento que se me empañan los ojos, esa niña es mi vida entera y no soy ninguna heroína de las que salen en las películas, pero sé que sería capaz de hacer cualquier cosa por ella. La abrazo con fuerza y le doy besos por toda la cara mientras ella ríe descontrolada.

- ¡Bueno días princesas! - exclama Shane uniéndose a todos los intrusos de mi habitación.

- Ooh, ¿me has llamado princesa? - pregunto haciendo un puchero.

- No, se lo decía a Elena y Hope - contesta sonriendo.

Yo me hago la ofendida y me cruzo de brazos y piernas mientras él besa la mejilla de su hija y le da un beso a Elena. 

Después de aquella noche, mi mejor amiga y mi hermano tuvieron una charla. Después de todo, ambos confesaron no haberse olvidado aquel día, Shane en el juicio y Elena esa misma noche durante el juego. Lo suyo ha sido más estable que lo de mis otros dos amigos, decidieron que ya habían perdido mucho tiempo estando separados y que no iban retomar el juego estúpido que tenían antes de que Elena se marchara.

- Felicidades, enana - esta vez mi hermano se dirige a mí y me besa la frente con ternura.

- Gracias, idiota - le contesto abrazándolo.

Mis amigos y yo nos vamos al bar mientras que Shane se va a trabajar al taller y Hope se queda con la señora Miller. Elena encontró un trabajo en una inmobiliaria del centro hace un par de semanas, Alex sigue en la fábrica y Hannah, que estudió economía en la universidad, lleva las cuentas y la administración del taller de mi hermano. Nadie sabe si es temporal o no, pues ella evita hablar sobre si va a volver a su casa o si se va a quedar aquí más tiempo. Los Miller insistieron en que no molestaba en su casa, pero ella decidió que no era justo que Daniel siguiera durmiendo en el sofá-cama, a parte de que ahora el muchacho necesita más intimidad, así que la rubia se fue a vivir con Ian, al que le sobraba una habitación. Todos tienen el día libre porque es sábado, excepto mi compañero y yo, obviamente.

¿Cuál es tu sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora