Juntos

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- No debiste hacerlo, papá.

- Los dos sabemos que sí.

Él me sonríe, como todas las veces que lo visito en la cárcel. Mi padre siempre tuvo la fortaleza que mi madre y mi hermano no tuvieron desde la muerte de David. En cuanto a mí, yo fingía tenerla pero no era más que una careta que me ponía para que nadie notara la verdad. Pero Peter Davis nunca fingía, él era fuerte de verdad, él nunca se arrepintió de haber cargado con la culpa, y estaba en paz con él mismo.

- ¿Ni siquiera pensaste que quizás no estaba preparado para volver?

- Summer, sabes que para mí, tu hermano, tu madre y tú sois lo primero. Pero aún así, nunca le hubiera pedido a Daniel que lo hiciera solo por ti, lo hice por él también. Aquí está su hogar, su familia, y tú. Le di cuatro años para huir de todo esto, pero ese chico necesitaba volver y enfrentarse a lo que dejó atrás. Solo así podrá salir adelante.

- Pero ha sido muy duro para él.

- Bueno, veo que las cosas entre vosotros han cambiado desde la última vez que nos vimos, ¿no?

Le miro sorprendida. Por muchos años que pasen, nunca me acostrumbro a que mi padre lo sepa todo con solo mirarme.

- La última vez no hiciste más que insultarle y ahora te preocupas por él - vuelve a sonreír con suficiencia, como si él supiera desde un principio que acabaría perdonando a mi vecino.

- Algo así... - contesto sin darle mucha importancia.

- Cariño, no importa la forma, el hecho es que os necesitáis el uno al otro para superarlo todo. Sé que no fue fácil para ti volver a verle después de tantos años por todo lo que te hizo pero...

- No es solo eso papá - le interrumpo y siento que por fin me atrevo a decirlo en voz alta - no es solo el recuerdo de Daniel y de lo que tuvimos lo que ha vuelto con él... Es que... Nunca me di cuenta pero se parece tanto a David...

Mi padre sigue con la misma cara, como si eso ni siquiera le sorprendiera. Definitivamente, es vidente.

- Sé que tu hermano te explicó la historia de tu nombre, pero supongo que no te dijo qué nombre queríamos ponerte antes de eso - niego con la cabeza y le miro con curiosidad - Hayley. Te íbamos a llamar Hayley. David tenía solo cuatro años y aún no sabemos porqué, pero se emperró en que ese debía ser tu nombre. Él lo eligió. Desde ese momento supimos que te querría como a una hermana.

Por un momento siento que mis ojos se humedecen pero me controlo. Nunca he llorado delante de mi padre en todas las visitas que le he hecho a la cárcel, ni siquiera al principio, y hoy no va a ser ese día.

- Tanto Daniel como tú habéis cometido un error. Habéis querido olvidar, cuando esa no es la solución. Superar no se trata de olvidar, Summy, se trata de aprender a vivir con el recuerdo. Tampoco se trata de aferrarte a él y de vivir atrapada en su memoria, sinó de aprender a caminar, vivir y crecer de su mano. Está bien que Daniel haya vuelto y vea una parte de su hermano en cada esquina del barrio, y está bien que a ti él te recuerde a David. Todo está bien. Solo debéis aprender a vivir con ello, y sé que aunque no sea como pareja, o sea como sea, será más fácil si lo hacéis juntos. Por eso le dije que era hora de volver.

- Gracias papá - necesito decirlo - por ser simplemente tú.


- Ian déjame explicártelo, por favor.

- Summer, no tienes que explicarme nada.

Después de que, hace dos días, nos viera a Daniel y a mí en el almacén, no pude hablar con él. El bar se llenó de gente y cuando cerramos, Shane, Elena y Alex estaban ahí esperándonos para poder ir al pub todos juntos. Al día siguiente, como todos los sábados, Ian pasó su día de fiesta con su hermana, mientras Vinny y yo nos encargábamos del local. Así que esta es mi oportunidad de hacerlo porfín y no la voy a desaprovechar.

¿Cuál es tu sueño?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora