Shane

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- ¿Que haces aquí? - dijo mi hermano en cuanto me vio entrar por la puerta del bar - ¿donde han quedado tus siestas?

- No hay tiempo para siestas - sonreí - he venido a vivir y a obligar a mi hermano a hacerlo.

Me miró confundido. Me tocó la frente para asegurarse de que no tenía fiebre, separó mis párpados con sus dedos para inspeccionar mis pupilas por si me había drogado.

- Échame el aliento - se aseguró de que tampoco había bebido.

Me invitó a pasar detrás de la barra y nos dirigimos al patio trasero donde tantas conversaciones de hermanos habíamos tenido.

- Me vas a contar lo que te pasa, te voy a dar todas las charlas motivacionales que me han dado en los últimos días y vamos a salir ahí a echarle un pulso a la vida. - dije con orgullo.

Asentí segura de lo que acababa de decir y me crucé de brazos. Él me siguió inspeccionando durante unos segundos y al ver que probablemente no estaba enferma, no me había drogado y no había bebido, se decidió a hablar.

- Hay una chica pero no puede ser.

Si cobrara un dólar por cada persona que me había dicho esa frase y por las veces que yo misma la había repetido en mi cabeza, probablemente podría rayarle el coche a Nick y pagarle la reparación después. ¿Que estaba pasando? Lo mío era normal pero Elena, Shane... Espera, no puede ser.

- ¿Elena? - pregunté sorprendida.

- ¿Como... ? Mira no importa Summy, sé que es tu amiga y...

- Espera, ¿no sales con ella porque es mi amiga? ¿Eres idiota? Sois las mejores personas que conozco no podría estar más de acuerdo en esta relación.

- No es eso. No te dije nada porque es tu amiga, pero no es por eso por lo que no puede ser. Son muchas cosas.

- Pues tengo toda la tarde y no me puedes dejar así porque me acabo de hacer oficialmente fan de Shelena - me miró con cara de no entender nada - Se escribe con "e" pero como la "a" de Shane suena casi como una "e"...

- Summy...

- Perdón. Cuéntame hermano.

- Es solo que... no sé. Ella quiere salir de aquí, ir a la universidad, tiene mil planes de futuro, Summer.

- Y eso es malo porque...  - inicié la frase para que él la siguiera a modo de pregunta.

- Porque yo no. Me veo trabajando toda la vida en este bar y antes no me preocupaba por eso, hasta que... - le miré invitándolo a seguir - la noche que pasó lo de Nick, tú ibas tan borracha que tuvimos que llevarte a casa y luego decidí acompañarla para que no se fuera sola. Siempre me pareció una chica interesante pero nunca la había visto como algo más que "la amiga de mi hermana". Claro que nunca habíamos estado a solas. Le pregunté por sus planes de futuro sin darle importancia, solo para darle algo de conversación por el camino y conforme ella hablaba, me di cuenta que no podía dejar de mirarla, que probablemente era la chica más interesante que había conocido.

Sonreí. Elena tenía ese poder y yo lo sabía bien. Solo bastaban unos minutos con ella para darse cuenta de que era perfecta, era inteligente, graciosa, divertida, con ese carácter dulce pero a la vez impulsivo, con esa inocencia que se tornaba salvaje cuando le tocaban lo suyo, amiga de sus amigos y una persona con principios y valores que no abundaban por estas calles.

- El caso es que cuando llegamos a la puerta y nos despedimos con dos besos... La besé - suspiró al recordarlo - ella se sorprendió y yo pedí perdón, estaba avergonzado. Pero entonces me sonrió y asintió levemente con la cabeza como dándome permiso para poder volver a hacerlo. Y nos besamos... varias veces... muchas veces en realidad...

- Está bien, no necesito detalles - interrumpí.

Estaba de acuerdo con esa relación, pero eran mi hermano y mi mejor amiga, no necesitaba saber cuantos besos se habían dado, sobretodo porque soy una persona con mucha imaginación que tiende a visualizar todo lo que le cuentan.

- El caso es que desde entonces ha sido una locura. Miradas en el bar durante el día, besos a escondidas en el pub por la noche... hasta que... hasta que le dije que no podía ser.

- ¡¿Pero porque?! - dije con voz de niña pequeña.

- Porque empecé a sentir algo ¿vale? - contestó mi hermano como si llevara días conteniendo esa frase en sus labios - Y me di cuenta de que este curso acabáis el instituto y que ella tiene todos esos planes. No puedo seguirle el ritmo Summy, y tampoco quiero entorpecer sus sueños, que ella se los replantee por mí o que se quede anclada a todo esto. Soy poca cosa para ella Sum..

- Ni se te ocurra volver a decir que eres poca cosa para nadie Shane - me puse seria - eres increíble y no te sientas nunca inferior porque no lo eres, y no te lo digo porque seas mi hermano, te lo digo porque es así. No voy a permitir que el chico que me crió cuando nuestros padres trabajaban siendo todavía un niño diga eso. No voy a permitir que la persona que renunció a su infancia por cuidar de su hermana se crea inferior a nadie en este mundo - podía ver como sus ojos se humedecían - ¿Y a quien le importa lo que pasará el año que viene Shane? Os gustáis, sentís algo, y lleváis días con cara de perro los dos.

- ¿Como tú y Daniel desde hace semanas?

- Bueno, por eso estoy aquí. Vamos a salir ahí fuera, tú vas a ir a buscar a Elena y yo a Daniel y vamos a decir lo que llevamos callando desde hace un tiempo. Vamos a luchar y si perdemos, volveremos aquí a beber litros y litros de cerveza codo a codo como buenos hermanos y si ganamos... bueno si ganamos, ganamos... no hay más.

Mi hermano sonrió, se levantó de la caja en la que se había sentado, asintió y salimos de ese bar dispuestos a todo, sin saber lo que iba a pasar, pero sabiendo que nos teníamos el uno al otro y que todo estaría bien.

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Elena y Shane en multimedia. Shelena como dice Summer.

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