- ¿Lo has hecho? - pregunto impaciente.
- ¿El qué? - contesta mi amiga con desgana.
- Chica, céntrate - le digo mientras ruedo los ojos - ¿Qué va a ser? ¿Has hablado con Shane?
- No. ¿Has hablado tú con Daniel?
- Es diferente, él no me deja hablar.
Han pasado unos días desde nuestro magnífico duelo de palabras después de discutir. Bueno, más bien después de que él discutiera porque yo no dije absolutamente nada.
- Además, tu charla con Shane está pendiente desde hace mucho más tiempo que la mía con ese idiota.
- ¿Crees que es el lugar para hablarlo? ¿Enserio, Summer? Luego dices que alguien es muy inoportuno pero lo cierto es que te arriesgas bastante.
Estamos en la puerta de mi casa, esperando que Alex llegue con algunas cervezas puesto que en mi nevera ya no quedan por lo gorrones que son mis amigos, mi hermano y mi vecino. Ninguno estábamos con muchos ánimos de ir al pub hoy así que hemos decidido pasar el sábado noche bajo el cálido aire de mayo.
- ¡No quiero! - la puerta se abre y una personita sale corriendo con su camisón de princesa escondiéndose tras mis piernas.
- Hope, te he dicho que es hora de ir a la cama - mi hermano sale desesperado.
- Hace como dos horas que era "hora de ir a la cama" - le digo haciendo las comillas con mis dedos.
- Mamá ha salido a cenar y a tomar algo con los Miller, y yo no puedo controlar a ese monstruo que tienes como sobrina.
- Es tu hija - le corrijo.
- Cuando es un angelito es mi hija, cuando es un monstruo es tu sobrina.
Elena se ríe y Shane parece orgulloso de crear esa reacción en ella. Yo, por mi parte, frunzo el ceño.
- Hope, no te lo digo más, a dormir - repite mi hermano señalando con seriedad el interior de la casa para que la niña le obedezca.
- Pero tía Sum, no duerme - contesta la pequeña como si eso fuera una excusa totalmente aceptable.
- Tía Sum es mayor... bueno, físicamente al menos - añade - ¡Ouch!
Sí, le he pegado, y eso parece animar aún más a su hija.
- ¡Daniel! - una sonrisa enorme ocupa toda la cara de Hope en cuanto se abre la puerta de mis vecinos.
Esta corre y se lanza a sus brazos mientras Daniel la coge en el aire.
- ¿Qué haces despierta?
- Tía Sum, no duerme - repite y se encoje de hombros.
- Tía Sum es... bueno no es mucho más mayor que tú mentalmente - contesta pensativo.
¿Se han puesto de acuerdo? ¿Qué narices les pasa?
Voy a golpearlo pero esquiva mi puño y se ríe.
Vale, eso es raro. Como he dicho, la última vez que hablamos estábamos enfadados y ahora se ríe conmigo, o más bien de mí, como si nada.
- ¡Traigo la gasolina! - grita Alex apareciendo por la esquina.
- ¡Cerveza! - exclaman Shane y Daniel a la vez con los ojos abiertos.
- Sí, sí... soy el mejor, lo sé. Queredme. - Alex abre los brazos y cierra los ojos mientras Elena y yo nos acercamos a él pero en vez de corresponderle el abrazo, nos limitamos a coger las bolsas de cerveza de sus manos.
ESTÁS LEYENDO
¿Cuál es tu sueño?
Genç Kurgu¡TERMINADA! Mi sueño era salir de aquí. De este barrio que me ahogaba. Él, en cambio, dijo que no tenía sueños. Nunca pensé que a lo que se refería, en realidad, era a que los suyos no eran de ese tipo, los suyos eran especiales. Nunca pensé que Da...