Olvídame

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- Buenos días - entro a la cocina y le doy un beso a mi hermano. Me encanta tenerle aquí.

- Buenas días princesa guerrera - me sonríe y me sirve una taza de café - Ayer hablé con Elena cuando todos se marcharon. Se quedó la última con la excusa de que quería ayudarme a recoger. Pero sé que lo hizo porque no quería dejarme solo después del susto con Hope.

Por un lado, le miro intrigada, por otro, fui sincera cuando le dije a Elena que no quería escucharla, y algo me dice que ahora voy a tener que oir sus explicaciones de la boca de mi hermano.

- Me explicó porque Daniel y ella se veían - ¡bingo! soy adivina - Y una de las razones eres tú.

- Shane, de verdad que no quiero saberlo.

- Que no quieras no significa que no lo necesites. Necesitas saber la verdad Summer.

- Estoy harta de escuchar la verdad. Todos quieren decir su verdad y a mí me importa una mierda, ¿entiendes? La verdad no va a cambiar nada Shane. Ellos tendrán sus razones pero yo tengo las mías para no querer oírlas.

- Fue él quien la llamó la primera vez - sigue mi hermano haciendo caso omiso a lo que acabo de decir - Y fue para preguntarle por ti.

- Daniel nunca quiso saber nada de nosotros desde que se fue. Es obvio que Elena te ha mentido.

- No quiso saber nada al principio, pero esto pasó hace aproximadamente un año. Daniel no quiso preguntarle a su madre porque no sabía como explicar ese interés repentino.

- ¿Y tiene explicación? - digo incrédula.

- No lo sé. Solo sé que todas esas veces que quedaron, él solo habló de ti.

- ¿Y eso me tiene que hacer sentir mejor? Si quería saber de mí que me hubiera llamado. Es un cobarde y un egoísta. Esa es LA verdad.

- ¿Le has preguntado porque ha vuelto?

- No porque no me importa - concluyo - ¿puedo irme a trabajar? Alguien tiene que abrir el bar.

Mi hermano me mira decepcionado pero no dice nada, así que cojo mis cosas y salgo dirección al bar.

- Hola - digo dejando caer el bolso encima de la barra y dirigiéndome a la cafetera. Necesito otro café.

- Vaya, creo que alguien se ha levantado con el pie izquierdo - Ian sonríe, como siempre.

- No te confundas, yo me levanto siempre con el pie derecho, es solo que a todo el mundo le gusta cabrearme.

- ¿Sabes que el café no sale antes por muchos golpes que le des a la cafetera, verdad?

Le lanzo una mirada poco amigable y él levanta las manos fingiendo estar asustado. No puedo evitarlo y río. ¿Como narices lo hace?

- ¿Es por Daniel?

- ¿Porque le dejaste salir a él? - la verdad es que la pregunta me ronda por la cabeza desde anoche.

- Summer, me contaste tu historia en cinco segundos, te conozco desde hace apenas unos días y él te conoce desde hace años. No sé lo que pasó entre vosotros pero sé que él te calmó cuando tuviste el ataque de ansiedad anoche. No se lo que es el mirador, ni entendí muy bien lo que decía sobre gritar y algo del miedo, pero lo importante es que tú sí lo entendiste. Ambos lo hicisteis. Sabes que me tienes para lo que necesites, pero ayer lo necesitabas a él, no a mi. Y sé cuando tengo que actuar y cuando me tengo que quedar al margen.

Le miro incrédula, ¿se puede ser más perfecto?.

- ¿Tienes algún defecto? - pregunto sonriendo.

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