CAPÍTULO 5

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~LA PIZZA~

Ya pasó una semana desde el incidente en el que mi salvador casi me atropella.

Por fin es viernes, como amo los viernes.

Estoy esperando a que mis amigas vengan a casa, las invité a pasar el fin de semana mientras mi madre y su esposo se van de viaje a una capacitación del trabajo. Mamá y David se conocieron en el trabajo hace unos cuatro, luego de dos años decidieron casarse y vivir juntos y eso me incluye aunque no me molesta, yo tengo mi espacio y mientras nadie me invada yo no ataco a nadie.

Ambos trabajan en el comercio y suelen viajar cada mes por una semana completa para asistir a cursos de capacitación. En esos casos suelo llamar a mis amigas para hacerme compañía.

El timbre sonó y salí corriendo en dirección a la puerta. Al ver a Leila, Anne y Dianna inmediatamente las hice pasar adentro.

—Todavía no comprendo porque tienes toda la casa una semana al mes solamente para ti y no invitas a ningún chico. — dijo Dianna mirándome.

— ¿Quizás por que no tengo novio?.—respondí obvia.

— No se necesita novio para tener sexo, puedes tener "touch and go".—dijo Leila.
— Ya chicas, dejenla, ella decide a quien invitar y a quien no.— dijo Anne.

Agradecí que no tocaran el tema de mi desastrosa vida sexual y justo cuando abrí la heladera, vi que no tenía nada delicioso automáticamente mi estómago rugió causandome una risa suave, deseaba comer algo. Chatarra, si es posible.

— ¿Encargamos pizza?.— pregunté mirando a la heladera totalmente vacía.

— De mozzarella por favor.— suplicó Dianna, a lo que yo respondí con una sonrisa y asentí con la cabeza.

Luego de 40 minutos de haber llamado a la nueva pizzería que se instaló a un par de calles de casa, sonó el timbre y Leila fue a abrir la puerta en lo que yo servía los vasos de coca cola para todas.

La puerta de la cocina se abrió bruscamente apareciendo Anne detrás de ella.

—Blair, ¿tienes cambio? El chico de las pizzas está esperando.

—Claro, ahí voy.— dije mientras sacaba rápidamente dinero de una pequeña caja que mamá dejó con dinero arriba de la heladera para emergencias.

Me dirigí caminando rápido hasta la puerta que Leila dejo abierta para darle el dinero al chico de las pizzas, pero antes de llegar choque con un jarrón causando que cayera justo en la entrada.

— Maldición.— solté mientras veía como los vidrios del jarrón se esparcieron por todo el suelo.

En ese momento busque en que parte de la entrada cayó el dinero cuando caí, al encontrarlo levanté la cabeza y una cara de sorpresa se asomó en mi rostro, una sonrisa vergonzosa se escapó y me paré rápidamente del suelo.

— Se nos está haciendo costumbre esto de encontramos así, creo que amas el suelo.— dijo con una sonrisa encantadora que podría decir que suenan campanas cada vez que sonreí.

—Eh si, supongo.—balbuceé con una sonrisa.

Podía sentir las miradas de mis amigas totalmente confundidas por la situación.

— ¿Cuánto es?.—cambié de tema mientras miraba a las pizzas.

—Son 23 dólares.— dijo leyendo un papel donde tenía anotado todos los pedidos.

Extendí el dinero y cuando su mano tocó la mía ambos nos miramos y una nueva sonrisa me atacó causando la misma reacción de su parte.

— Eh gracias...— dije esperando que me diga su nombre, sinceramente ya no lo recordaba, sólo tenía en mi mente las vergonzosas situaciones en las que me vi envuelta junto a él.

— Tom.—respondió mirándome fijamente comprendiendo que no recordaba su nombre.

—Gracias Tom.— solté con una media sonrisa.

Dios Santo, podría jurar que su sonrisa es hermosa, no puedo evitar sonreír cuando el lo hace.

—¡Blair, trae la maldita pizza de una vez!.— gritó Anne a lo que Dianna agregó: — ¡Tenemos hambre!.

Sentí las mejillas coloradas y tome las cajas rápidamente a la vez que el me la entregaba.

—Adiós, Tom.— dije adentrandome a la casa sin cerrar la puerta todavía.

— Adiós, Blair .—finalizó. Sólo sonreí y cerré la puerta apoyando mi cuerpo sobre está y comenzando a reír ante la situación.

Ese chico es jodidamente hermoso.

— Deja de sonreír así, pareces estúpida .—dijo Leila mirándome con burla.

—¿Hace cuanto estan ahí?.—pregunté acomodando mi cabello y comenzando a juntar los pedazos del jarrón roto.

— Desde que hiciste el ridículo frente al chico guapo.— respondió Anne con un tono de obviedad.

— Oh dios, que vergüenza—dije tapando mi rostro.

— Blair, tu lo conocías ¿De dónde?.— interrogó Dianna.

Oh diablos, ahora van a armar una historia de amor y van a comenzar a molestarme con esto. Suspiré antes de hablar y luego solté.

— ¿Recuerdan el incidente con Luke?.— pregunté mirándolas, ellas sólo asintieron con la cabeza lo que me dio permiso para seguir hablando. —. Él es el chico que me salvó.— solté esperando que no se burlaran.

— Hay algo que no entiendo, el chico este dijo que se está haciendo costumbre que ustedes se encuentren en situaciones como las de recien, me refiero a ti en el suelo.— razonó Leila.

— Lo sé, pero es que la situación de la que el hablaba fue cuando casi me atropella cuando yo cruzaba la calle, ese día caí al suelo y el bajo del auto para ayudarme, su nombre es Tom, por si les interesa.— dije.

— ¿¡Por qué rayos no nos contaste!?.— exclamó Anne.

— No lo sé.—dije mientras levantaba mis hombros—. No le di importancia.— agregué.

— Es guapo, deberías conocerlo, van encontrándose 3 veces, eso es destino.—dijo Dianna mirándome cómplice.

— Oh no chicas, no creo que vuelva a verlo.— dije —. Vamos a comer o se enfriará.—cambié de tema mientras señalaba a la pizza.

— Vamos.— respondieron las tres locas de mis amigas a la vez causando risas por parte de las cuatro.

¿Será que Dianna tiene razón y es el destino? ¿Volveré a ver a Tom?

Decidí dejar el tema y comenzar a comer disfrutando de la compañía de mis amigas, realmente son geniales.

...

Este fue el capítulo 5, espero que les guste.
Ya saben que si encuentran alguna falta de ortografía sepan disculpar. Acepto criticas constructivas.
¡No olviden votar y dejar sus comentarios!
Desde ya, muchas gracias🖤
Atte: Florence



COMPLICATED ©| Tom HollandDonde viven las historias. Descúbrelo ahora