¡NO LO HAGAS! (Larry Stylinson)

Vivir, Amar y Recordar.

Capítulo 70.

—¡Ya llegó!.– Harry caminó junto a Louis hasta llegar al area de espera del aeropuerto.

—No lo veo Hazz, ¿tu lo ves?.– preguntó él castaño, este se puso de puntillas para poder visualizar mejor a los pasajeros del vuelo 125 que llegaba de estados unidos.

—No, quizá tuvo complicaciones en regresar para estas fechas.– dijo en un tono de voz triste.

—Ni modo, yo moría de ganas por verlo nuevamente.– susurró Louis, mantenía su rostro escondido en el cuello y hombre de su esposo.

—Yo también moria por verlos.– se escuchó decir, antes de que ambos se giraran a ver fueron envueltos en un fuerte abrazo.

Louis comenzó a sollozar mientras recibía gustoso aquel cálido abrazo, la respiracion de Harry se volvió un poco mas agitada debido al regocijo que su cuerpo experimentaba, habían sido muchos años desde la ultima vez que vieron a Alek, y ahora se encontraban felices de volver a estar con él y este vez para siempre.

Alek luego de culminar su primaria y secundaria, decidió irse a estudiar la universidad al extranjero, el de ojos azules sabía que en Londres habían prestigiosos campus de enseñanzas, pero él quiso intentar algo didiferente.

—De  vuelta a casa hijo.– susurró Harry y colocó un corto beso en la mejilla de Alek.

—Al lugar donde pertenezco.– musitó él de orbes azules, deshizo el abrazo, tomó sus maletas y caminó junto a sus padres hacia el auto.

Al llegar a casa toda la familia lo recibió con una pequeña cena, sabían que Alek llegaría cansado por las largas horas de vuelo por escala, pero eso no fue motivo para que la bienvenida fuera muy amena.

—Creo que tienes mucho que contar.– musitó Zach, le dio un pequeño golpe a Alek en el pecho.

—Creo que tu también, la última vez que te vi.– colocó sus manos de detrás de su cabeza para estar mas cómodo.– fue antes de que tu y tus padres regresaran a Rusia.– argumentó.

Zach y sus padres viajaron por una temporada a su país, la familia de Nikolay y Griksha recibieron gustosa la visita, ya que tenían años sin ver a aquel matrimonio.

—Lo se, a pasado muchísimo tiempo, ¿cuantos años tenía?, creo que dieciséis o algo así.– habló Zach, este se mantenía recostado en un extremo de la cama de Alek.

—¡Pero sigues igual de enano!.– bromeó él de ojos azules, Zach salió a la defensiva lanzandole un cojín a la cara, Alek pudo esquivarlo para luego seguir riendo escandalosamente.

—No soy enano, lo que pasa es que tu eres demasiado alto.– se quejó.

—Bueno, tienes razón, aunque solo es un poco.– sonrió Alek.

—Me he enterado sobre las canciones que has escrito.

—Si.– sonrió.– muchas son inspiradas en mis padres, su amor es jodidamente único, espero encontrar algo así en mi vida.– se a sinceró.

Zach colocó una de sus manos en el brazo de Alek, le sonrió con cariño mientras conectaban miradas.

—Te lo mereces, así que no digas, "espero", porque así va a hacer.

—El niño cursi de diecinueve.– sonrió Alek.

—¡Ya casi cumplo veinte!, tonto.– golpeo suavemente uno de los costados del ojiazul.

—Zach.

—¿Mhhmmm?

—Ayudame a preparar algo para mis padres.– susurró girándose y quedando un poco cerca a Zach.