Vuelve.

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Capítulo 45.

Louis extrañan tanto ver esos adorables rostros, pero, sus ganas tan intensas de llorar impidieron seguir delante de aquella pantalla, amaba ver él rostro de sus amigos y saber que estaban bien y felices, en cambio él, cada día que pasaba trataba de hacerse olvidar todo lo vivido con él rizado.

(8 hours Later)

Ambos chicos había regresado de Granada y habían pasado su último recorrido en él Volcán Masaya, en este lugar pudieron apreciar él lago de lava del volcán activo, era maravilloso poder apreciar eso, mas por las noches de cielos estrellados.

—¿Podemos regresar ya?.– pidió Louis al sentirse desesperado por llegar al hotel.

—¿Lou, recuerdas que andamos todo él equipaje en el auto?.

—Si, ¿paso algo?.

—No, pero ya no regresaríamos al hotel, si no a las Cabañas Encantadas.

Vale, pero hay que irnos ya, me siento cansado.

¡Mentiras!, lo único que quería él cobrizo era llorar, desahogar todo lo que provocó volver a ver a Harry, ese sentimiento por mas que intentarán eliminarlo no podrían.

(15 minut later)

—¡Es hermoso Liam!.– musitó Louis al ver el lugar tan extraordinario.

—Si que lo es, como para pasar la luna de miel en esta habitación.

El lugar constaba de tres cabañas muy bien acondicionadas, tenía una hermosa vista a la laguna de Masaya, él volcán, y una que otra ciudad de sus alrededores, pero lo que mas les encanto, fue la habitación que estaba bajando la pequeña colina, sus paredes eran de cristal, constaba con una piscina, un porche con hamacas, era demasiado hermoso como para pasar una fecha especial.

Cada quien escogió la cabaña en la que se quedarían, cenaron algo al estilo Nica, estuvieron hablando por no más de una hora, Louis realmente necesitaba un tiempo a solas.

—Te veo mañana temprano Li.– susurro él cobrizo.

—Hasta mañana Tommo.

Louis entró a aquel lugar tan acogedor, pudo divisar una pequeña sala con una barra que dividía el lugar de una pequeña cocina, un pequeño pasillo a la derecha que daba a la puerta de su habitación, y fue ahí donde se dirigió, ya era muy noche como para llamar una vez más a Niall o Merriam, de seguro en Londres ya estaba amaneciendo, asi que se decidió por alguien mas.

El cambio de horarios le afecto un poco, habían días en los que no podía dormir por las noches. Sacó la portátil de su mochila y rápidamente se conecto a la red WiFi en la habitación, no estaba seguro de lo que iba a hacer, pero ahí estaba enlazando la vídeo llamada.

Uno.

Dos.

Tres.

Cuatro.

Cinco.

Pasaron cinco segundos cuando el rostro de aquella personita apareció en el monitor, le sonrió con una pizca de cansancio y melancolía, pero le encantaba ver aquellos brillantes ojos color ámbar y esa sonrisa que tanto extrañaba.

¡NO LO HAGAS! (Larry Stylinson)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora