"Capítulo 2"Los urinarios de aquella estación de metro albergaron al castaño en una de las noches mas frías de la temporada, para la dicha de muchos indigentes los baños públicos de Londres eran limpios y no olían mal.
La noche anterior para su suerte, habia encontrado unos cartones lo suficiente grandes para estar cómodo y no en una superficie fría y dura, una calle más adelante los pedazos de una cortina rasgada formaron parte de lo que lo mantendría caliente y no pescar un resfriado.
La noche fue corta para dejar de pensar en ese chico de ojos verdes y cabello rizado, le pareció muy hermoso todo lo que Harry había hecho en tan poco tiempo por él, un desconocido.
—Cuando se de cuenta de que eres gay te mandara a la mierda como todos lo han hecho.– Susurró y sus pensamientos suicidas hicieron Clic.
—¡Mejor hubiese muerto¡.– Habló en medio de sollozos.
Limpió rápidamente la lágrimas que abandonaron sus orbes azules y se incorporó de su improvisado colchón de cartones.
~*~
Aun en su calurosa habitación, en boxers y con un sueter de lana gris, se removía en su cama sin poder dejar de pensar los motivos por los que el pequeño Louis había intentado suicidarse.
Que sería lo extremadamente malo que sucedió en su vida para que tomara esa descisión.
—¡Que tonto!.– Habló aún somnoliento.– Se me olvidó preguntarle donde podía encontrarlo.– Estrelló la palma de su mano en su rostro.
Estuvo ahí durante un rato mas para luego levantarse y prepararse un rico desayuno.
Durante todo el día no estuvo más que haciendo lo mismo desde un día después del funeral de su hermana, levantarse, desayunar, ver el álbum de fotos, llorar, tomar café con un toque de ron, ver la tv, almorzar, ver sus vídeos con Gemma en la portátil, y volver a llorar en su habitación hasta quedarse dormido.
Sus únicos amigos Niall, Liam y Merriam, habían tratado de hacer que saliera un poco, él rizado siempre se rehusaba poniendo miles de escusas de por medio.
~*~
Ya habían pasado dos semanas desde que Louis no comía algo decente, sus tres únicos cambios de ropas se mantenían limpios gracias a que les daba limpieza en un canal de agua cerca del Tower Bridge.
Había pasado frío y hambre durante dos largas semanas, lo unico que podía conseguir eran unas cuantas monedas para comer una vez al día.
Una tos incesante se había apoderado de él, por más que intento cuidarse de un resfriado, en las condiciones existentes que él tenía era casi imposible que esto no pasara.
Caminó sin destino alguno por las calles frías de Londres, Louis sabía que se exponía a muchos riesgos vagando por lugares desconocidos, su tierno encanto lo hacía muy atractivo para muchos que lo único que buscaban era sexo, Louis se había librado de ser violado en reiteradas ocasiones, para su suerte aun se mantenía a salvo pero no por mucho tiempo.
-¡Oye!, ¡chico ven acá!.- Louis levantó su rostro ante aquel llamado, buscó el lugar de donde provenía y se encontró con una silueta a lo lejos junto a un portón oxidado.
Se quedó pensando en que si sería buena idea ir, o seguir con su camino a no sabe donde.
-¡Acercate no tengas miedo!– hablaron una vez mas.
El ojiazul desvío su camino hacia la derecha, se adentró al callejón y paró justo al frente de aquel lugar de donde fue llamado, una viejesilla de cabellos blancos se acercó mas a él y con una sonrisa en sus delgados labios habló al cobrizo.
-Hijos, ¿puedes ayudarme?.- habló con su voz un poco temblorosa.
-En que puedo ayudarla- respondió él castaño dedicándole una sonrisa a la anciana.
-Entra, esta por aya.- musitó la anciana.
Ella entró seguida del castaño, la sala del lugar era muy diferente a lo que se podía observar por fuera, caminaron por un pasillo hasta llegar a un patio trasero bastante amplio, Louis detuvo su marcha al notar que la señora hizo lo mismo.
-¿Que quiere que haga?.- preguntó Louis al solo observar una pala y mucha nieve acumulada en el patio.
-Puedes cavar de ese lado.- ordenó la anciana mientras señalaba el lugar.- te pagaré muy bien. - agregó.
Louis asintió y comenzó a trabajar en aquel lugar, la señora le explicó que lo quería con tres metros de profundidad, dos metros de largo y medio metro de ancho, a Louis le pareció un poco raro pero ganaría dinero y eso quería decir que su estómago podría llenarse un poco con los alimentos que logre comprar.
Pasaron las horas y Louis seguía con el arduo trabajo, la señor le había invitado a almorzar, y entre horas le proporcionaba jugo de naranja o cafés calientes.
El frío dejó de ser problemas cuando Louis entró en calor por el esfuerzo que hacia al cavar.
Eran las dieciocho horas y diez minutos, los cielos de Londres comenzaban a oscurecerse, Louis ya había terminado con el mandato de la anciana, ella le pagó muy bien por el excelente trabajo que él castaño había hecho, le alcanzaba para poder comer algo decente en toda la semana.
Antes de marcharse de la antigua casa, la señora le pidió un último favor, él, muy servicial se dispuso a ayudarla, ella le indicó sacar la enorme maleta que estaba a un lado de la puerta de la cocina y la depositara en el agujero que hizo. Al ojiazul le pareció muy extraño, causando curiosidad por saber que había dentro, el peso era bastante grande para ser normal.
Cuando por fin dejó aquello misterioso dentro, se alejó lo suficiente y la señora con una sonrisa ladina comenzó a narrar sobre lo que yacía en la maleta.
—Tuve que matarlo, no me dejó opción.– Escupió la anciana con mucho rencor.
Louis palideció ante aquella confesión, todo ese tiempo había estado cavando para sepultar ¡un cadáver!.
—Era mi esposo, tuve que acuchillarlo mientras leía él periódico.
Para ese tiempo Louis ya estaba caminando de regreso a las calles frías y hasta mas seguras que estar en esa casa, iba tan asustado que su mente solo le decia ¡Corre!, y así lo hizo, corrió lo más rápido que sus piernas le permitieran, ni si quiera se fijaba en los cruces por los vehículos que pudiesen atropellarlo.
Corrió a mas no poder, sus pies dolían por el esfuerzo, su boca estaba seca y su cuerpo débil. Un estruendo se escuchó y todo se volvió oscuro, sus ojos se cerraron poco a poco y sus pensamientos fueron apagados como una vela en medio de un ventarrón.
(Publicado) 13/01/18.
(Editado) 13/06/18. 16:05 p.m.
Hey ositoooos.....!!! estaré editando los capítulos, por si les llega alguna notificación, no es por algún capítulo extra.
All The love H..💚
ESTÁS LEYENDO
¡NO LO HAGAS! (Larry Stylinson)
أدب الهواةSinopsis. Una gran ciudad... Dos extraños... Un intento de suicidio... Un mismo lugar... La persona correcta en el momento indicado... -¡A nadie le importas!. - y ahí estaba, decidido, dispuesto a soltarse de aquellas vigas en la que se sostenía par...