3.- She's a rainbow

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"Ella llena de colores todos lados,

ella peina su cabello,

ella es como un arcoíris,

llegan colores en el aire, por todas partes

ella llega en colores".

"She's a rainbow" – The Rolling Stones (1997). 


JAVIER:

Amaia tenía muchas cualidades, pero había una que todo el mundo destacaba por encima de todas las demás: que era demasiado natural. Siempre lo había sido. Habíamos crecido juntos y, de manera inevitable, yo también era conocedor de ese detalle. Pero en muchas ocasiones, aquello podía ser un defecto más que una virtud porque mi hermana no tenía límites en las entrevistas. Y eso me ponía nervioso. Siempre la había aconsejado que tuviera cuidado con lo que decía y, sobre todo, con cómo lo decía. Siempre me respondía con una sonrisita: "Nadie debería molestarte, no estoy diciendo ninguna mentira". Yo ya había aprendido a convivir con eso.

Mi hermana se había convertido en toda una estrella, qué lejos quedaban aquellos tiempos cuando de pequeños soñábamos en dar conciertos en grandes estadios. Por supuesto, yo siempre tuve claro que eso era cosa suya, porque yo no tenía el talento que ella irradiaba. Ella era como el arcoíris cuando estaba subida a un escenario, no importaba que estuviera cayendo en el recinto la tormenta del siglo, que ella siempre era color.

En los últimos tiempos nuestra relación se había enfriado. Tal vez porque yo cada vez intentaba tomar más espacio para mi vida personal y ella porque estaba peleada con el mundo cuando Mario le dijo que se bajaba del barco. Lo segundo no me pillaba en absoluto por sorpresa. En muchas ocasiones, él me había comentado como si me estuviera preparando para lo peor que necesitaba volar solo, que la seguridad estaba bien pero que necesitaba nuevos retos en su carrera. Yo, por mi parte, todavía lo veía como un aprovechado de mi hermana porque antes de ella no tenía oficio ni beneficio aparte de tocar por ahí sin ganar demasiado dinero.

Por eso, cuando me llamó desesperada por teléfono para conseguirle un nuevo guitarrista, le dije que lo hablara con su casa discográfica. Por supuesto, yo medié entre las partes, pero no quería implicarme demasiado en ese asunto. Quería que fuera ella quién decidiera que era lo que quería para su banda. Ahora ya no iba a estar con Mario para que él tomara las decisiones a su antojo.

Después de que él le comunicara su decisión, las cosas entre ellos jamás volvieron a ser igual. Desconozco si es que ella se lo tomó como una traición o tal vez las cosas hacía tiempo que no marchaban. Esos temas los manejaba Ángela, a mí solo me gustaba hacer leña negra del árbol caído y eso no era el tema más adecuado, así que no hice demasiadas preguntas, simplemente me dediqué en la medida de lo posible a estar a su lado. En el fondo me alegré, porque su salida de aquella banda suponía que mi hermana iba a recuperar una parte del poder que yo entendía que había ido perdiendo en los últimos años.

Jamás le había soportado, aunque sabía guardar las apariencias por mi hermana. Me parecía un tipo que en absoluto era bueno en lo suyo, sabía hacer bien su trabajo, pero mi hermana tenía que tener a los mejores y él no lo era. Pero ella había estado de acuerdo con su decisión por lo que yo simplemente me limité a arreglar los papeles. Muchas veces cuando mi madre me preguntaba por su matrimonio, con total confianza le decía: "Condenado al divorcio, como estuvo el mío desde el minuto cero". Y era la verdad.

Aunque tú no lo sepasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora