"Sólo quiero que alguien me diga
siempre voy a estar ahí cuando despiertes,
sabes que me gustaría mantener mis mejillas secas el día de hoy
así que quédate conmigo para poder hacerlo".
"No rain" – Blind Melon (1993).
AMAIA:
Llevo desde que me he bajado del avión pensando seriamente en muchas cosas, pero sobre todo en la más importante: había llegado el momento. De abrirme definitivamente. Había soportado mi mierda de manera paulatina, cómo era mi relación con mis padres, cómo era yo durante el transcurro de una gira lejos de casa y, lo más importante, había cumplido su promesa de esperar. Así que aquello me deshacía el entuerto en parte. Estaba inquieta.
Sabía que tirar abajo el muro estaba siendo un proceso complicado, lo era para cualquier persona, pero yo no era cualquier persona. Yo era alguien especial, o eso me decía todo el mundo. Volví sobre las palabras de mi madre, que no dejara escapar el tren. Tranquila, mamá, que no lo voy a dejar escapar. Si lo hago, soy gilipollas. Y ya he cometido suficientes errores como para poder cargar con este. Además, estaba bien segura de lo que me pasaba con él. Cada vez pasábamos más tiempo juntos, ante lo que intuía comentarios de todos los miembros del equipo que, por supuesto, no estaban al tanto de mi nueva situación personal. Pero me importaba una mierda, sinceramente. Así que sí, a punto de entrar en noviembre, más de medio año después de que me dijera que tenía la mirada triste, había llegado el momento.
Ironías de la vida iba a abrirme en canal en la cuna del jazz, Nueva Orleans. Estaba segura de poder liberar mis demonios y que no saliera corriendo y si lo hacía, es que no era el adecuado, pero si había sido capaz de esperarme supuse que tenía muchas cosas que ganar en ese intercambio de demonios, porque él también tenía que abrirse aunque hubiera ido dejando migas por el camino.
El agua de la ducha caía incesante mientras yo pensaba en la introducción, nudo y desenlace de la conversación. Vale, era idiota. Sabía que de todo lo que pudiera haber planeado seguramente todo terminaría en el punto diametralmente opuesto, lo veía venir. Como si no le conociera. Y como si no me conociera a mí misma, consejos vendo que para mí no tengo, como de costumbre. Así que cuando terminé de ducharme, me enfundé mi pijama, cogí la llave magnética de mi habitación y fui hasta su habitación, maldita la hora en que te habías emperrado en que no compartiéramos habitación.
Doy tres toques secos y rudos en la puerta, pero no hay respuesta de ningún tipo. No recuerdo haber oído la puerta en el tiempo que he pasado fuera de la ducha, y me empiezan a asaltar las dudas. ¿Se habrá ido a buscar compañía en algún local de música?, ¿se habrá cansado de esperarme?, ¿estoy tomando buenas decisiones aunque mi madre me haya dicho que sí? Estoy hecha un manojo de nervios, así que repaso mentalmente la conversación que he planeado mientras sigo allí, en pijama, y en medio del pasillo de pinote. Si alguien me ve en ese instante debe pensar que estoy de psiquiátrico o algo peor... Doy gracias que le oigo silbar, porque sé que está cerca.
Le veo cargado con un par de cajas de pizza, dos cervezas y una sonrisa de oreja a oreja. Quiero matarle en este preciso instante. Ha vuelto y ahora mi conversación se ha evaporado, estoy tan nerviosa...
—¿Dónde estabas? —noto mi voz demasiado celosa y sé que se ha dado cuenta por la manera en que sonríe.
—Tía, te he llamado no sé las veces por si querías venir a comprar algo y luego a escuchar algo de música, pero no sé dónde te habías metido. ¿Ha venido a verte E.T o algo así?
![](https://img.wattpad.com/cover/153451530-288-k245269.jpg)
ESTÁS LEYENDO
Aunque tú no lo sepas
FanficUn hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.