53.- Kooks

1.8K 134 31
                                        

"¿Te quedarás en nuestra historia de amantes?

si te quedas, no lo lamentarás porque creemos en ti

pronto crecerás, así que toma el riesgo

como una pareja de locos,

cuélgate del romance".

"Kooks" – David Bowie (1971).

ALFRED:

Son las dos de la mañana cuando por fin llegamos a casa del hospital. Es la segunda vez esta semana que estás convencida de que estás de parto. Todavía no. Me sonrío cuando noto cierta decepción en tu cara. Sé que el final de este camino está siendo muy aburrido. Y los dos tenemos unas ganas tremendas de verle al retoño la carita. Sé que va a ser un espejo tuyo. Y con eso me vale. Luego que tenga sus diez dedos en las manos, en los pies y que esté sano o sana. No pido más. Me conformo.

—Lo siento —me dices mientras te ayudo a tumbarte en la cama—. Ya es la segunda vez que me pasa.

—No pasa nada, seguro que a la tercera irá la vencida —y sonrío.

Estoy convencido de que la próxima será la definitiva. Hoy es nuestro primer aniversario, trece de noviembre. Sé que no te gustan estas cosas, pero para mí será siempre lo sucedido en Los Ángeles, y sería todo un puntazo que esa fuera la fecha. No puedo evitar sonreírme en la oscuridad de la habitación.

—¿Qué te hace tanta gracia?

—Hoy es trece de noviembre, ¿sabes lo que eso significa?

—Que la próxima vez que tengamos que pasarnos tantos meses fuera de casa, compraremos condones para un regimiento —y te echas a reír.

Claro que sabes lo que significa. Y sí, yo me encargaré personalmente de comprar condones hasta llenar una maleta si es necesario. Aunque reconozco que los cinco meses en los que éramos plenamente conscientes de lo que venía han sido los mejores de mi vida. Me ha dado tiempo a grabar un disco, a saber qué voy a casarme aunque todavía no le hayamos puesto fecha. Y, lo más importante, me voy a convertir en padre.

—¿Te imaginas que nace hoy? —me preguntas cogiéndome la mano.

—Sería un buen día, ¿no te parece?

—El día que sea, será un gran día.

Lo será, Amaia, estoy seguro de que lo será. Quizás cuando le veas la cara, la preocupación porque las cosas no marchan se te pase definitivamente. Me lo quieres ocultar de todas las maneras, pero ese miedo se acrecienta cuando volvemos del hospital cada vez que nos dicen que todavía no estás de parto. Sé que las cosas van a ir muy bien, tú especialmente te mereces que vayan bien. Sería un buen motivo para empezar un nuevo capítulo de tu vida. El de la maternidad, un futuro conjunto.

—¿Tienes miedo? —me preguntas entre las sombras.

Lo llevo varios días hablando con mi padre. No tengo miedo a ser padre, pero me da pavor no ser un buen padre. Cuando le pregunto qué voy a sentir cuando vea a mi hijo o hija, siempre me contesta lo mismo sonriéndose: "Cuando lo tengas en brazos, sabrás que es para toda la vida". Y estoy deseando que llegue ese momento.

—No —digo tratando de sonar poco preocupado—. ¿Y tú?

—A veces lo tengo, sí, no te puedo mentir.

Aunque tú no lo sepasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora