"Hubo momentos en que no tenía esperanzas de ganar,
me dejas otra vez y te vas cuesta abajo,
las amenazas que me hiciste fueron para destruirme,
y si nuestro amor fuera un circo,
para este momento, tú serías el payaso".
"I'm stil standing" – Elton John (1983).
AMAIA:
La llegada de Javier a Nueva York, penúltima parada del tramo de la gira en Estados Unidos, era de todo menos una buena noticia, estaba segura de ello. Y creo que Alfred era consciente de lo que fuera que pasara, porque cada vez que trataba de hablar de las redes sociales con él siempre me decía lo mismo: "No deberías darle tanta importancia a algo tan impersonal". Y me temía que lo que fuera que estuviera pasando tenía que ver con Mario, era difícil de creer que no se estuviera cobrando de alguna manera. De eso también estaba segura.
Me sorprendía que Alfred que siempre había sido el más interesado de los dos por las redes sociales, había abandonado todo rastro de actividad continuada para dar paso a breves posteos sobre los viajes, la prueba de sonido y el concierto, en ese orden, cada noche. No había más rastro de él. Y eso también me preocupaba, porque él siempre había sido alguien activo, bien charlando con sus seguidores, hablando sobre música o sobre cualquier tema que le resultara de interés, no me podía creer que ahora, de repente, hubiera decidido que era un buen momento para dejar de hacerlo. Así que me armé de valor y me tiré a la piscina de las preguntas.
—¿Desde cuándo tienes las redes sociales tan abandonadas?
—¿Y tú desde cuándo lees mis redes sociales? —me respondió con otra pregunta en tono jocoso, y eso era algo que odiaba, lo había hecho toda mi vida.
—Yo he preguntado primero.
—No sé, a lo mejor ahora no me apetece actualizar tanto y me apetece pasar tiempo contigo, eso es todo.
Por un momento me alegré de haberle encargado a mi hermano que encontrase a alguien que se encargara de gestionar mis redes sociales, porque esperar que yo actualizara, era una cuestión realmente inútil. No me gustaban las redes sociales, las leía de vez en cuando, pero trataba de pasar de ellas todo lo que se me permitía. De eso ya se encargaba él, o quién tuviera contratado que tampoco estaba muy segura, porque no me preocupaba en absoluto.
Solo había una cosa que había dejado clara siempre y especialmente a mi abogado y a mi hermano antes de irme de gira: todo lo que tuviera que ver con mi vida privada, bien alejado de los medios. No me importaba que hablaran, que escribieran, que dijeran... pero nada de confirmar o desmentir. Absolutamente nada. No quería que yo, que tanto había luchado porque mi vida privada quedara fuera del alcance de la carroña, tuviera que soportar ahora que alguien se lucrara con algo que no era mi trabajo...
—¿Y a ti qué te pasa? —dijo Alfred mientras me abrazaba por detrás y nos quedábamos mirando por la ventana como dos tontos.
—Nada, estoy acabando mis días de regla, será que estoy rara...
Sé por su sonrisita en mi oreja que no se ha creído una mierda de lo que le he dicho, y por un lado me alegra porque eso quiere decir que me conoce mejor de lo que yo creía; pero por otro lado es una gran putada, porque eso significa que no puedo mentirle y sabe que algo me pasa. Así que sabía que no se iba a conformar con eso.
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Aunque tú no lo sepas
Fiksi PenggemarUn hilo rojo invisible conecta a aquellos que están destinados a encontrarse, sin importar tiempo, lugar o circunstancias. El hilo se puede estirar o contraer, pero nunca romper.