Esta misma noche, después de volver de la reunión con Spencer y de contarle todo a Kyle (que, por cierto, parece ignorar nuestra última discusión), voy al comedor a por algo de cenar. Allí me encuentro a Sophia sentada sola en una mesa.
—¿Qué tal? —pregunto después de haber cogido la cena, que se resume en una ensalada y una fruta—. Spencer me ha dicho en qué consiste tu castigo.
—Bueno, la vedad es que me esperaba algo peor que tener que poner los platos a fregar en las máquinas y pelar verduras. —Se encoge de hombros—. He empezado esta misma tarde y estoy bastante agotada. —Bosteza poniéndose una mano sobre la boca—. Ya solo me faltan trescientos sesenta y cuatro días. —Sonríe con desgana—. ¿Y a ti, qué?
—Ayudante del bibliotecario dos horas a la semana —expongo.
—Qué suerte —dice frunciendo los labios y poniendo los ojos en blanco—. Será porque eres humano.
—Podría ser —comento—. ¿Te encuentras mejor? —cuestiono después de una breve pausa para comer.
Suspira profundamente antes de responder.
—Pues, sinceramente, Noah —niega con la cabeza—, no tengo ni idea.
—Yo estoy igual —coincido asintiendo—. Entiendo qué querías decir. Es como si durante los dos días que nos hemos ausentado algo hubiera cambiado. Tengo el presentimiento de que algo se avecina.
Cuando acabo de hablar me siento estúpido. Sinceramente es lo que llevaba sintiendo durante todo el día, pero no sé si decirlo en voz alta ha sido buena idea.
Sophia asiente pero no dice nada. De hecho, no formula ni una palabra en todo el rato hasta que, cuando acaba, se levanta, se acerca a mí, me besa brevemente, me desea buenas noches y se va.
Me quedo aturdido durante unos instantes. «¿Qué he hecho mal?», me pregunto constantemente mientras acabo de cenar. Finalmente, cuando ya me estoy dirigiendo a mi cuarto, pienso: «A lo mejor ella también está sufriendo esta post depresión a causa de nuestro regreso».
«Sí», me digo cuando estoy a punto de dormir a oscuras en mi habitación, «será eso. Con el tiempo todo volverá a la normalidad». Y así es como, tras convencerme a mí mismo, consigo conciliar el sueño.
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Flashbacks
General FictionNoah Cheryba, un adolescente residente en la ciudad de Seattle, despierta la madrugada del segundo aniversario de la muerte por suicido de la chica que le gustaba, Mayda Gimpel, a causa de un sueño relacionado con ella. Resulta que ese momento es el...