Las semanas pasan y se convierten en meses.
Mi llegada a la sede parece un recuerdo muy lejano, casi borroso, aunque sé que descansa sobre cientos de cristales translúcidos equiláteros en un cilindro gigante.
Kyle y, especialmente, Ellie me han convertido en un luchador casi tan bueno como ellos. He aprendido a emplear armas y objetos que jamás se me pasó la idea por la cabeza de que, siquiera, los empuñaría. Entre ellos, ya domino los cuchillos, la pistola y el arco. Ahora me enseñan a emplear la ballesta y, pronto, armas con mayor munición.
Mientras tanto, por las mañanas, sigo dando clases. Pese a la numerosa cantidad de gente, ya me he aprendido todos los nombres de mis alumnos. Incluso -y sé que no debería confesarlo- ya tengo alumnos predilectos.
Lo que más me afecta, indudablemente, es la ausencia de Sophia. No la veo desde que ocurrió lo de Zac y estoy volviéndome completamente loco porque necesito verla, incluso si es un solo segundo. No paro de pensar en ella todo el tiempo, aunque me mantenga durante el día completamente ocupado. En algunos entrenamientos, mientras Ellie me da instrucciones, me quedo embobado mirando un punto fijo, pensando en ella. O en las clases, cuando algún estudiante responde alguna pregunta, o en el cambio de lección.
También, en múltiples ocasiones, he ido a dar largos paseos por la sede en su busca y he llamado a la puerta de su habitación insistentemente, pero nunca he obtenido una respuesta, por lo que me iba desolado y cabizbajo.
Muchas veces me he planteado la idea de que ha vuelto a Inglaterra, de que se ha ido. Esa idea siempre va acompañada con un «me hubiera dejado una nota, al menos». El problema es que otra vocecilla me susurra: «¿qué te hace pensar que sigue acordándose de ti? ¿Quién te crees que eres?». Parte de mí detesta esa voz, pero tengo que admitir que puede que tenga razón, porque, al fin y al cabo ¿qué hemos tenido Sophia y yo? ¿Un par de miradas, un baile y dos casi besos? Para mí eso había significado mucho, pero, por lo visto, para ella no era nada.
No obstante, ante todo, me mantenía esperanzado.
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Flashbacks
General FictionNoah Cheryba, un adolescente residente en la ciudad de Seattle, despierta la madrugada del segundo aniversario de la muerte por suicido de la chica que le gustaba, Mayda Gimpel, a causa de un sueño relacionado con ella. Resulta que ese momento es el...