El sueño

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¡¡Oh mal de amor !!
Que nunca para
siempre duras,
Es mi corazón
que necesita
pronto de un
antídoto milagroso.
Quizás un punto
de sutura,
por una herida
de amor
en un proceso
doloroso.
Necesito un
bálsamo de cura
por contemplar
unos ojos
imposibles de mirar,
que estoy
herido de amor
cuando retorne
para despertar
con las manos
vacías.
Qué no quería
separarme
y volver a
esta realidad.
Qué ya no se
muy bien si está
realidad es en
realidad un sueño.
Tan lejos de mi
como las estrellas,
que jamás vi
un alma tan pura
en tan extraordinario
sueño.
Qué no quiero más
que besar con ternura
unos labios oníricos,
en un delirio de amor
a tan bella criatura.
¡Vaya locura !
Qué no quería
despertar
de tanta hermosura,
ni que se
interrumpiera
tan bello ensueño.
Volver a ese
sueño divino
que no se seque
la fruta madura
en un espacio sin tiempo.
Rozar sus labios
aunque fuera
por un instante
que dura
y llevarla
a la realidad
donde habito.
Es tan
complicada captura
que de un
beso de
amor quedo
preso,
en un instante
fugitivo
se disipo entre
brumas de irrealidad.
¡Razón que
sentencia!
¡No fue
de verdad!
¡No quiero
escucharte cordura!
eternidad
que perdura
de tan
dulce suceso.
Así que estoy
construyendo
con mi mente
un puente
a otra dimensión,
Quizás hacia
el infinito...
Extraña arquitectura
si invento
la forma de llegar
a ella aunque
sólo fuera por
una vez más.
Si la realidad
se fractura construir
un túnel que
me permita
el reencuentro
sagrado con su alma.
Un punto
de rotura sólo espero,
Que encontrara
por ventura,
Una posibilidad
inalcanzable
si vuelvo a rozar
sus labios en mi mente.
Necesito con presura
un puente,
que si despierto
que sea con ella.
Que muero de amor
por un sueño.
La forma de
abrir un agujero
en el espacio-tiempo.
Para por fin saltar
a un vacío
lleno de ternura.
Por esa fisura
introducirme
para atrapar
esta locura
del olvido.
Entre la tierra
y el cielo.
Qué no era
imaginación su pelo...
Ni renunciar
a ese beso quiero
Qué hasta
mil vidas espero
si hicieran falta.
Es tan profundo
este anhelo
Que sólo pido
dormir para siempre
sin más desvelo.
Si no es otro que sea
para descorrer por fin
este velo.


Alberto Real Borrueco

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