El ruido del mundo desaparece con la música de tus silencios. Una palabra basta para despertarme una sonrisa. El sonido de tus pasos por la casa, la melodía callada de tu mirada, es tu voz que me acompaña, en la soledad de mis desiertos. Un grito de esperanza en mis entrañas, un susurro en una noche desvelada. Es tu presencia la que escucho cuando el alma me canta.
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