Enigmas

2 0 0
                                    

Bajo mis pies
se abre un vacío
de un misterio
insondable cada
día que pasa
que solo paso
si vivo en cada momento
la eternidad.
Si bien siento
que el movimiento
alivia mi soledad,
no distingo
ninguna certeza,
ninguna verdad,
si no se más
que nada
del punto
donde me encuentro.
La vida discurre
en un ancho mar
sin costas,
consciente de mi
libertad,
buceo en las aguas
en la profundidad
buscando
luces de colores
entre tanta oscuridad,
un que se yo.
Cansado de
estar cansado
solicito ayuda
a un Dios callado,
que en un atisbo
de luz
advierto su
Presencia oportuna,
en los reinos
del silencio
calida voz
en la que me arruyo
una vez más
sin miedo
a caer a un vacío
de ausencias.
La cosecha tardía
si es que sembré
sin seguir instrucciones,
los frutos amargos
y las bendiciones
si son la consecuencia
de mis pasos
y acciones.
Que no se más
que ser un ser humano
en un huracán
de pretensiones,
la caricia de una brisa
sin condiciones
de no acertar
una vez más.
Si solo soy humano
aunque anhele lo divino,
probablemente el cielo
no se acaba el fondo
de la copa de
un buen vino
que alegre levemente
mi destino.
Si me das la mano
no me importa
a donde voy,
si no soy de nadie
porque tan preocupados
están de mis desatinos
sin tan siquiera
pueda dilucir
de que no solo soy
eso que solo
entienden que sea.
Para que apuntarme
con la punta del dedo
que condena
el paso de una
estrella fugaz
en sus vidas
sin mirarse
a sí mismos
en la punta
de sus narices
sus sinsabores
y sus aires cansinos.
Me declaro inocente
en un juicio
por perder el juicio
de no saber nada
de este todo
que me embarga
en mi discreta
locura infinita
sin remedio,
ni medio
para sanar
un delirio de amor
incomprendido
me expande
en no se que.
No me importa
ser comprendido
si solo soy
un trazo indefinido
de un círculo
sin rumbo
solo elijo
la orilla que lleva
a la libertad.
En una cárcel
de efímera de libertades
advierto la trampa
que anula la verdad
y el conocimiento,
lejos de la hipocresía
que limita las alas
para volar
en un cielo
que espera
escuchar
mis ansias
de desplegar
mis alas
para sentir.
Y si la vida
se me va
no estoy dispuesto
a que esta llama
se apague
de madrugada
y me alumbre
si no quiero
que se disipe
la sonrisa
de encontrar
al fin mi ser.
Si no soy
lo que quieras tú
porque pretendes
que sea
tu deseo
si no pertenezco
a tus pensamientos
En mis manos
torpes me siento
tan inexperto
pero a pesar de todo
todavía me siento
en mis fondos despierto.
Todavía hay tiempo
aunque la muerte
me esperé
una vez más
candenciosa
presencia,
no tengo prisas
de llegar a tiempo
a la cita
de los que cierran
los ojos
cada vez
que se enciende
una vela
si mi amor
ilumina
la sombra
que veo
dentro de mi.
Si ya no se
a donde voy
y menos
de donde provengo,
no espero que dejen
de llover lágrimas
cuando camino
enfandango mi sino.
En los ojos
un amanecer
si me miras
y te miro.


Alberto Real Borrueco

El BarqueroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora