Deseo

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Deslizándose mis dedos
sobre su frente
adivino el secreto de sus ojos
escrito en la mente.

Se desata el deseo
como un volcán incandescente,
llama que nos consume
en cenizas de repente.

Fuego que no quema,
amores efervescentes,
arden nuestros cuerpos
sudores candentes.

Éxtasis de locura
si mana de la fuente,
se desborda en sus entrañas
un río caliente.

Brasas de la pasión
rescoldo en el pecho,
yacen dos cuerpos
plácidamente.

Brasas de la pasiónrescoldo en el pecho,yacen dos cuerposplácidamente

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Alberto Real Borrueco

El BarqueroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora