En el vértice de las miradas la luna recibe un encuentro de ternura. En la coyuntura de los amantes de la madrugada que esperan no se sabe bien que hasta que llegue la alborada. Miradas en puntos distantes se conjugan en el mismo instante un momento de paz inconmensurable. Contemplan una luna azul suspendida en el mar que los separa, ¡Oh rayo de luna que con intensidad brilla en sus caras! Selene conoces que sienten los corazones que guardan un secreto inefable en sus almas enamoradas. En un mismo punto de luna de plata se funden un encuentro de mágicas miradas confluyendo un torrente de magia sagrada que desconocen los neófitos de las noches embrujadas. Dulce sintonía si sienten inesperadamente un no se que que por ciencia infusa comprenden una razón hermosa. Si sonríen sin saber porque adivinando los designios se esconde el destino en la alquimia de sus pechos iluminados de un amor blanco. ¿Dime luna si respiran al unísono, si les espera un encuentro fortuito? ¿O es que el destino esta escrito si observan en los cráteres un fuego de una pasión extinguida de otro tiempo? Si en este reencuentro se alza un puente hacia el infinito de sus ojos, si cruzan los dos hasta sentir tu abrazo de luz y tú bendición. En un ritual de amor que pasa desapercibido para el resto de los mortales. En un diálogo silencioso la luna testigo de amor de madrugada. Atraviesan volando una bandada de pájaros por tu cara luminosa y al mismo tiempo un sentir si las aves migratorias pasan cómplices de un sueño que inevitablemente se hará realidad... No importa cuando.
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