Un iceberg se derrite en tus ojos helados cuando lloras sin él a tu lado. Un arroyo que desciende por tu mejilla para morir en el mar salado de tu boca, la de los besos inacabados que sólo queda un sueño varado. Se rompe el alma de la madrugada cuando lloras en silencio y la luz de tu voz en la noche esta apagada en un llanto que sólo escucha la indiferencia de la soledad. Sólo un consuelo si miras al cielo y comprendes por un instante que no se puede atrapar el amor que vuela por encima de otros tejados. Corazón enamorado que no comprende que pudo haber pasado, cuando juntos contemplaban un cielo despejado.
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