Si vivo en todas partes

1 1 0
                                    

En un solo punto del espacio,
justo en el centro de tu pecho,
en dos sentidos opuestos
se expande la conciencia amorosa
hasta las postrimerías
de un secreto no revelado.
Dos fuerzas que se desprenden
de un mismo núcleo de fusión
en diferentes direcciones
divergen hacia los confines
del universo y hacia las últimas
fronteras de las misteriosas
partículas subatómicas.
Dos ecos lejanos
que antes de perderse
en el infinito, confluyen
en un mismo nudo.
En una gran paradoja
de incertidumbre,
dos viajes que terminan
en un profundo destino.
En cada punto del círculo
un eterno retorno al presente,
en los vértices del tiempo
siempre ahora mismo.
En las antípodas
de un sueño si despierto
en un parpadeo de Dios
en un instante de dicha.
En cada principio de todo
la muerte y en el final
la vida que restablece
el camino cuando te pierdes.
Dios se manifiesta
en las hélices del ADN
en espirales infinitas de amor.
En el origen la semilla
que germina en universos
repletos de estrellas.
Nada termina
si todo se transforma
en el místico movimiento
de los átomos
los misterios de la materia
al final el espíritu.
La energía condensada
en un mismo lugar
sin que exista
un sitio concreto.
Si el amor está
en todas partes,
como definir
lo inefable
en tan majestuosa
inmensidad
en el microcosmos
y el microcosmos.
Una llamada
hacia fuera
si grito al cielo
salpicado
de astros luminosos.
Una llamada
hacia dentro
si en silencio
más allá de toda
materia mi alma
despierta
en el corazón
de todas las cosas.
Un punto
de encuentro
en un puente
que une lo grande
con lo pequeño
hasta disolverse
en la nada del vacío,
si vivo en todas partes.


Alberto Real Borrueco

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Alberto Real Borrueco

El BarqueroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora