Un punto en el cielo, los dos mirando hacia el infinito. Contemplando la misma estrella. Encuentro en el vértice de un astro, preludio de un amanecer, en dos puntos dispares del planeta. Miradas sincronizadas al unísono en un preciso instante. Quién diría que ya se conocen en la misma frecuencia, expandiéndose en la misma onda, un Big bang como punto de partida. Dos almas y un mismo latido en el corazón del cosmos sin esperar nada todo les espera.
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