Ondas

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En una onda de amor
que se desliza lentamente,
si me fundo con el infinito
y cruzó la última frontera
de un misterio inefable.
La vida.
Si desde un punto de luz
me extiendo
por la bóveda celeste
y soy luminaria
en la oscuridad
de los corazones que sufren
del caos y el desamparo
en la madrugada.
De aquellos que guardan
los secreto sin llaves
y escritos en los ojos
esconden una verdad diáfana
que el mundo no advierte
y abren puertas
a la soledad
de un dolor inconfesable.
Desde un punto,
desde un lugar sin determinar,
mi alma se columpia
cada vez mas fuerte
para retornar a la dicha
que procura la inocencia.
Buscando un paraíso
en el fondo del universo,
si caigo sin rescate
hacia mis adentros
en un espacio sin final,
el principio
de un encuentro sagrado
consigo mismo.
Sacudiendo un manto
de estrellas, me alimento
de un enigma indescifrable
que despierta la humildad.
Desde este punto
se escucha
una canción de amor divino
que va posándose
en los corazones
de uno en uno
en un instante,
pues no hay distancia
en esta onda de amor
que lo impregna de luz
todo en un momento.
Si en la madrugada
se alivia el insomnio
con esta melodía
que procede
desde las mismas
entrañas de los astros,
comienza a escucharse
una partitura sacra
en la música de las esferas.
Desde este punto de unión
nada me puede perturbar.
Serena mi alma,
te visita esta noche
como una suave caricia
del alma
sin ser tocada
tu boca callada.
el silencio de tu voz
candente
no se apaga
esta llama de amor
incandescente,
si me sientes
no digas nada.
Desde un punto la ternura
ya nada se puedo temer,
si todo está bien,
cuando despierto
en mitad de la noche
de un sueño
que anuncia un amanecer
del Ser.


Alberto Real Borrueco

El BarqueroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora