El astronauta

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Perdido entre racimos de galaxias me encuentro. Suspendido en el vacío ingrávido en un punto recóndito del espacio. Soy un astronauta lejos de la estación espacial. Perdido en en esta gran orbe sabedor de mi destino. No queda tiempo para el miedo, ni para la angustia. Ni para gritos que nadie escuche. Contemplo la belleza intacta en continuo movimiento que generó el primer instante de la explosión. Diviso a lo lejos lluvias de asteroides y puedo imaginar el final de las estrellas. De su nacimiento y muerte. De nebulosas y grandes supernovas. Comienza una cuenta atrás y en adelante sólo espero un nuevo horizonte tras el último umbral y en un hermoso instante fundirme con la eternidad. Una conclusión de la vida. En la inmensidad del espacio observo la increíble belleza sin igual del fondo galáctico. El cosmos se expande desde mis adentros. Como fuera se expande está creación inabarcable. Me embarga una paz inmensa en mi alma. En una quietud reposada una pausa infinita. Se agolpan de repente recuerdos de mi vida en mil planetas diferentes. En un momento se me revela la historia del cosmos. En este punto de mi conciencia se concentran de golpe todas las experiencias del pasado y futuro. Un conocimiento tan luminoso como oscuro. Todo confluye en en un mismo lugar. Una concentración de todo el conocimiento archivado desde el principio de los tiempos. Como un libro sin páginas todo el saber contenido en una letra. Una fuente inagotable de información. La llave que abre todas las puertas. Quizás la iluminación. La poesía mística del universo. Una última revelación. La firma de Dios en el lienzo del firmamento. En este cúmulo de estrellas, como un náufrago de un océano sinfín la tabla de mi salvamento si me encuentro a mi mismo. Al final del laberinto la salida ¡ Mirar como brillo con la misma intensidad que todos los astros! Cuanta paz experimento. Mi corazón tira hacia dentro con la misma fuerza con la que atraen los agujeros negros. Al fin un centro de gravedad permanente. El amor a mi encuentro. La transparente mirada de Dios si corre el velo. En una espiral de luz me sumerjo para confundirme en el Todo. Ondea mi alma en el mismo corazón del universo. Después de la muerte flota mi cuerpo inerte. Ahora si...vivo en todas las cosas y vivo en ti.

vivo en todas las cosas y vivo en ti

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Alberto Real Borrueco

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