Te amo pero no es suficiente sentirlo

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“Por qué no está reaccionando“ - escuchó Thomas, “pero quien no está reaccionando“ -pensó él y poco a poco todo comenzó a tener sentido >Matilda lo iba a dejar<, y él ¿dónde estaba? se intentó incorporar, sin embargo no podía... “que extraño“.

-Amigo, que ocurre, reacciona, despierta- decía Ignacio a su lado.

-Nacho, tranquilo hijo-decía Sara- ¿ha tenido algún golpe anterior en la cabeza?-preguntó.

-Si- respondió Mey- en la playa en la casa de Mati, esa vez le pusieron puntos.

-Chicos, yo lo lamento, pero si no reacciona  dentro de los 10 próximos minutos, me lo llevo a urgencias-salió de la habitación a Mey e Ignacio.

-¿Cómo está Matilda?-preguntó Nacho.

-Mal, definitivamente cerrada-suspiró- va a dejar a Thomas, debes apoyarlo mucho-agregó Mey- es un buen chico y merece lo menor, lamentablemente Mati no está bien y no lo estará hasta que abra los ojos y pida ayuda.

-Pero, mi mamá la quiere ayudar-dijo Nacho.

-Primero ella tiene que aceptar que lo que le pasó, no fue su culpa y segundo darse cuenta de cuantos la apoyamos.-contestó calmadamente Mey- si el amor que tienen estos dos, Thomas la esperará y apoyará cuando esto ocurra .

- Ahora hay que esperar que despierte, Thomas antes que ella se vaya.

En ese instante Thomas comenzó a reaccionar

-¿Dónde estoy?- preguntó.

En otra parte de la casa, Matilda miraba por ventanal, como el mar se divisaba a lo lejos, el humeante té de naranja canela, que se había preparado estaba frío, -suspiró- ver a Thomas en el suelo sin reaccionar le recordó el accidente en playa, en dónde había nacido su amor.

-Las lágrimas siempre acompañan un sentimiento-dijo el padre de Ignacio desde el marco de la puerta- ¿Qué sientes Matilda?.

-Siento tantas cosas, pero a la vez me siento sucia, vacía.

-Sabes, eres muy joven para echarte a morir, además tienes a Thomas que te adora-suspiró- sabes tu y él me recuerdan los años más bellos de mi vida, cuando conocí a Sara, tenía yo 23 y ella 19 , enseguida supe que sería la madre de mis hijos y mi esposa, pasamos por muchos problemas antes de poder estar juntos y felices para toda la vida.

-Siento tantas cosas por Thomas-confesó Matilda- pero ya le he hecho mucho daño y lo amo, dicen que cuando uno ama  y no hace feliz a esa persona, hay que dejarlo ir, y yo amo tanto, tanto a Thomas, que soy capaz de aprende a vivir con estos dos grandes dolores.

-Hija- se acercó a ella para consolarla, ya que ella había comenzado a llorar- No te cierres, saldrán de eso juntos, él te ama, te adora, no seas así. Estas equivocada, ustedes se complementan, Matilda, el te necesita y tu a él- aclaró el padre  de Ignacio- no te alejes de lo que más quieres por miedo a ser feliz.

En ese instante apareció Mey corriendo…

-Mati-llamó Mey- Thomas reaccionó pero no se encuentra bien, iremos al hospital, supongo que iras ¿no?

-Sí, iré- contesto ella,- muchas gracias por todo- dijo al padre de Ignacio.

-Sé feliz, y tiempo al tiempo- contestó él.

Rápidamente todos llegaron al hospital, ingresaron de urgencia a Thomas mientras que en la sala de espera, se encontraba todo el grupo reunido, Tavo y Nicko llegaron más tarde sin embargo, estaban igual de preocupados que el resto.

-Salir de una, para entrar a otra- dijo Ignacio.

-Menos mal que tu madre entró a apurar los exámenes- contestó su padre.

Mi eterno amor de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora