Cualquier persona que en esos momentos pasara por el frontis de la casa de la familia Vacchio y conociera a los integrantes que allí habitaban y la situación en la cual se encontraban, pensarían dos cosas, Matilda estaba embarazada o los habían pillado teniendo sexo, por que los gritos de Soledad en conjunto a Helena se escuchaban desde el comienzo de la cuadra.
-Matilda eres una irresponsable, viendo que estamos contra el tiempo, y decides hacer cosas que no estaban planificadas, déjame decirte señorita que yo no soy tu criada y Soledad tampoco, deberían estar ustedes dos pensando en hacer las cosas bien y no nosotras- gritaba.
-Helena- habló Thomas- no trates a Matilda de esa manera, ella estaba muy estresada ayer y fue mi culpa haberla sacado de sus quehaceres, si quieres desquitarte con alguien, hazlo conmigo- suspiró- además queríamos un evento sencillo, simple, sólo con los amigos más cercanos y están convirtiendo todo esto en un circo, al final con Matilda no hemos disfrutado nada y ustedes con presionarnos lo único que hacen es ponernos irritables- bufó- además no tienen idea lo complicado que es aguantarlas... ¡No se puede respirar con ustedes!, el ambiente es tan tenso que se corta con cuchillo...
-Thomas Kapplan- gritó Soledad interviniendo- en este instante me bajas ese tonito y le pides disculpas a Helena- ordenó.
-Helena, lamento haberte gritado prácticamente todo, pero es verdad, yo me siento de esa manera con ambas, además tienen algo menos que preocuparse, lo de la torta está solucionado- aclaró.
-Lo sé, pero habían maneras y maneras de ir a ver el asunto de la torta, no como lo hicieron ustedes, además el pastelero no tuvo pelos en la lengua para describir la escena en que los sorprendió- criticó enojada- además con Soledad no somos tan inflexibles, al final accedimos a darles un poco de privacidad, pero llegar a las tres de la mañana, ¿pasados de copas?, eso no lo tolero.
Flash Back
-Estoy agotada- dijo Matilda tirada en el suelo al lado de Thomas- me has hecho correr muchísimo y aun así estoy toda sucia- se quejó.
-Estás en buena forma, hace tiempo no corría de esa manera- suspiró- hace tiempo que no corría tras una chica, usualmente ellas corren tras de mi- mencionó utilizando un tono arrogante para hacer enojar a la chica.
-Paff- disparó Matilda- Lo siento, pero te lo mereces por tu comentario desubicado- sonrió- ¿tregua?- preguntó y puso cara de corderito.
-Amor... no me gustan esas caras de animalitos tiernos que pones...- dijo en tono de broma, mientras Matilda lanzaba lejos la pistola y se subía sobre su novio.
-¿Entonces tregua?- volvió a preguntar cerca de sus labios.
-No, aun no- contestó, le agarró la cara y la besó- te ves tan linda enojada y pintada de rosa- susurró y volvieron a besarse. Las manos de Thomas no dudaron en viajar al trasero de Matilda y acercarla más a su cuerpo, por su parte ella estaba abriendo el traje de su novio y comenzaba a acariciar los pectorales.
-Thomas... si me sigues besando así no me voy a contener- susurró ella- Mmm... Ahhh... el cuello no... El cuello no...
-Déjate llevar, hace mucho que no estamos juntos-decía mientras besaba el punto de rendición de ella- quiero hacerlo...
-Ah... Thomas, yo también- correspondió ella- y comenzó a frotar su sexo contra el de él.
Estaban tan inmersos en su propia burbuja que ninguno escuchó los pasos que se acercaban.
-¡Mami! hay dos personas moviéndose extrañamente- gritó un niño pequeño que miraba asombrado a la pareja en el suelo.
-¡Mierda Thomas!- gritó asustada la chica, se levantó y comenzó a arreglarse el traje, mientras él hacia lo mismo.
ESTÁS LEYENDO
Mi eterno amor de verano
Roman pour Adolescents¿Quién dice que los amores de veranos, no pueden ser para siempre?Matilda, comete un error por el cual piensa que el supuesto amor de su vida se ha ido para siempre, sin embargo, sin ella sospechar,sus últimas vacaciones antes de entrar a la univers...