Mail, enojos y WhatsApp

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Todos habían regresado a sus rutinas, ya era mitad de semana  y estaban completamente copados de universidad, Thomas, Ignacio y Santiago, estaban tapizados en prácticas y pruebas de diversas áreas de la salud,  Matilda estaba loca entre laboratorios y clases, por otra parte Mey tenía que componer canciones y aprenderse unas partituras, mientras que Nicko y Alonso seguían su rutina de bailes y danzas.

-Matilda... -intentó despertar ese día miércoles a su amiga que se había quedado dormida sobre el mesón de la cocina con la cena servida y el notebook abierto- Mati...-volvió a susurrar-¡Matilda Vacchio!

-Joder- dijo ella despertando de un brinco- ¿Por qué gritas mujer?

-No despertabas- dijo en tono tierno Mey- además estas babeando el mesón... ¡iugh! qué asco...

-Eres una exagerada, yo no babeo, quizás cuando está Thomas- sonrió.

-Hablando de Thomas, nosotros tenemos una conversación pendiente- aclaró su amiga- ¿cómo te sientes respecto a los sentimientos de Santiago hacia ti?

- No entiendo Mey, estamos hablando de Thomas y sales con Santiago...- contestó Matilda rehuyendo la pregunta- no comprendo... estamos hablando de mi novio y cambia de temas a...

-Al tipo que se te declaró para el cumpleaños de tu novio- interrumpió la ojiazul- tienes un imán para atraer problemas, Mati, somos amigas hace tiempo dime ¿qué sucede con Santi?

-Me siento horrible, como quieres que me sienta- confesó- no puedo sentirme feliz, no soy de esa clase de chicas que les gusta atraer a los chicos y jugar con los sentimientos- suspiró- quiero mucho a Santiago, ha sido un gran amigo y el otro día te dije que había sido un gran apoyo para mi relación y ahora no sé, es extraño.

-¿Has hablado con él?- volvió a interrogar Mey, mientras Matilda negaba con la cabeza- Bueno querida amiga, hoy tienes prueba y ahora debes ir a ducharte, haré desayuno y luego me encerrare a estudiar, tengo presentación en la tarde.

-Gracias amiga- dijo ella mientras se levantaba y caminaba fuera de la cocina.

Mey comenzó a ordenar los apeles, guías de Matilda y sin querer tocó el notebook que se encendió enseguida y mostró la bandeja de entrada del correo de su amiga, al mirar por curiosidad encontró un mail recientemente leído y no era nada más y nada menos que de ...

-Santiago- susurró Mey- Matilda me mintió.

Intrigada por su contenido dirigió el puntero hacia el mail e hizo clic.

From: Santiago Maldonado.

To: Matilda Vacchio.

Subject: Por favor léelo.

Matilda:

No sé cómo empezar, quizás lo correcto sería pidiéndote disculpas, pero ¿por qué pedir disculpas por algo que es verdadero?, eres especial, me encanta estar cerca de ti, ayudarte, me gusta verte sonreír, ser feliz y entiendo que esa felicidad es Thomas no yo. No sé como comenzó esto, solo sé que no me gusta verte mal y que cada vez que has sufrido, he sufrido contigo.

Como te dije ese día, yo tengo las cosas claras, Thomas, él es mi amigo, es un gran hombre, hay una confianza enorme entre nosotros y sé que él te ama y sé que son tal para cual. 

Jamás fue mi intención hacerte daño, te ofrezco mi amistad, te ofrezco mi afecto a cambio de nada... solo quiero verte siempre feliz. Espero que podamos conversar, sabes dónde me puedes encontrar, a que numero llamar o simplemente a que correo contestar. Cariños y siempre podrás contar conmigo.

Mi eterno amor de veranoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora