Mi eterno amor de verano

Noche de paz, noche de alcohol, todo termina en descontrol...

-Creo que al decir que nuestros hijos están tomando decisiones precipitadas estoy hablando por todos ustedes también ¿no?

-Si, pero no- intervino Emil- Sabes a pesar de todo conozco a Tomas y sé que lo que hizo no tiene nombre, pero creo que se dejó llevar, por otra parte no impediré que mi hijo esté con la persona que ama, sin embargo creo que deberíamos poner algunas reglas.

-Como por ejemplo- animó Helena.

-Por ejemplo que no vivan juntos hasta por lo menos que Thomas se titule- expuso Soledad- que ambos se concentren en sus propias carreras y luego si su relación ha tenido éxito formalicen.

-Creo que todos estamos claro en ello- concluyó Samuel- hoy les diremos nuestras reglas y esperemos que las lleven a cabo y respeten.

-Muy bien, fue agradable tener esta conversación- agregó Emil y bebió de su té.

Gustavo fumaba descontroladamente sentado en un asiento del jardín trasero de la casa de Maryorie, su vida se había reiniciado en un segundo, no podía creer lo que Paula le había hecho.

-Hola- saludó Nadia llegando a su lado- ¿te molesta si te acompaño?- preguntó.

-No, la verdad es que no- contestó él mirándola con sus ojos decaídos- todos piensan que necesito estar solo y ninguno se atreve a conversar conmigo acerca de lo acontecido- expresó-  creen que necesito espacio.

-Pues, yo estoy aquí y me han dicho que soy buena escuchando, estudio Psicología- bromeó sacándole una sonrisa sincera a Gustavo- ¿Quieres una terapia gratis, sin letra chica en el contrato y quizás ganes una nueva amiga?- preguntó.

-Me encantaría, ¡Kostenlose Therapie! (terapia gratis)- bromeó el chico.

-Amparo Mollet, me gusta -dijo Mey mirando un libro con nombres de bebés.

-Me gusta mucho- confirmó Ignacio, se acercó a la panza de su novia y habló- Hola Porota Amparo- sonrió- con tu mami elegimos ese nombre para ti, porota es de cariño- comenzó a acariciar la pancita- por que serás pequeña y Amparo, por que a los dos nos gusta ese nombre.

-Que eres loco Nacho- dijo su suegra apareciendo de la nada- lo siento chicos, no pude evitar escuchar el nombre de mi nieta- sonrió- me gusta muchísimo. Cambiando de tema les venía a avisar que tendremos la cena de noche buena en casa de los Vacchio, creo que será todo un evento, como siempre Helena haciendo cosas llamativas y especiales.

-Pues este año si lo hace en conjunto con Soledad, la madre de Thomas, definitivamente será un evento el cual no habrá que perderse- agregó Ignacio ayudando a su novia a levantarse- iré a prepararte un baño cariño- besó la coronilla de Mey y salió de la habitación.

-Me alegra que te ayude y esté contigo- susurró Elsa a su hija-  te adoro preciosa- la abrazó- y adoro a Porota Amparo- bromeó.

Rápidamente llegó la tarde/noche, en la casa de los Vacchio había una ambiente navideño notable, vasos, platos, cubiertos, copas, servilletas, tapetes, cortinas, cubre sofás, candelabros, lámparas con motivos navideños e incluso el ante jardín lleno de luces navideñas y el baño el cual destacaba las toallas verdes y rojas y un pequeño duende que poseía  el papel higiénico el cual estaba hecho de una serie de cuadro verde y un cuadro rojo.

-¡Vaya! esto es extremo- opinó Nicko entrando por la puerta principal- estoy alucinando con la Navidad.

-Y aún no ves el árbol de Navidad en la parte trasera de la casa, definitivamente mi suegra con mi madre son dos mujeres exageradas para sus eventos sociales- comentó Matilda apareciendo con un vestido rojo largo, con una abertura que dejaba poco a la imaginación, unos tacones dorados y su pelo tomado en un simple recogido y junto a ella Thomas, elegante como siempre, en un traje gris de camisa con el mismo tono de rojo que su novia- Me encanta como te ves con el verde- piropeó a su amiga.